Por: Luis Hermes Ruiz.
Cali, 26 de septiembre 2013
Cuando niños, íbamos a las droguerías a comprar las drogas que los médicos
recetaban; con el narcotráfico, se cambio el sentido gramatical y en lugar de
ir a la droguería, vamos a la farmacia y
compramos medicamentos. Hoy esos medicamentos han pasado a ocupar el
espacio de las mal llamadas drogas ilícitas, en cuanto a que se ha conformado un cartel internacional
que trafica medicamentos falsificados,
negocio que mueve anualmente 75 mil millones de dólares (140 billones de
pesos), 70% del presupuesto nacional para el año 2014, según el Instituto
Internacional de las Falsificaciones de Medicamentos (Iracm).
Se calcula que este
negocio es 10 o 25 veces más lucrativo que el tráfico de drogas ilícitas. Un
estudio realizado por el Center for Medicine in the Public Interest, de EE.UU,
explica que el mercado de medicamentos falsificados, creció un 90% entre los años 2005 – 2010.
Alarma de todo esto, la falta de sentimiento de estos
traficantes que no tienen ningún interés por el ser humano sino por el dinero
que esta actividad les produce; es una actuación criminal que merece el más
alto castigo. Eric Pryzswa, autor del informe, los describe como tal, por las
consecuencias que estas, tienen sobre la salud individual, colectiva y
mundial. Nuestra Constitución, trae un capítulo
sobre los Derechos Colectivos y del Ambiente, donde las autoridades, están
obligadas a ejercer el control de la calidad de bienes y servicios ofrecidos a
la comunidad; precisamente, Invima, reconoce que la falsificación y el
contrabando de fármacos son fenómenos en aumento en nuestro país, por lo cual
se deben aplicar medidas especiales de la mano de la policía, la fiscalía y la Superintendencia
de Industria y Comercio.
El flagelo muestra cifras, investigadas por OMS, OPS, Afidro,
en las que se considera que Colombia es uno de los 10 países donde más se
falsifican medicamentos; el 60% de los medicamentos falsificados, circula en
los países en vía de desarrollo; los países mas falsificadores son la China,
India y Rusia y en Colombia el mercado ilícito mueve 1.8 billones de los 9
billones de pesos del mercado anual.