Por Luis Hermes Ruiz
– junio 24 de 2013
Agotado el punto primero sobre el tema
agrario; se han reiniciado las conversaciones en la Habana, dando inicio al
segundo punto que trata sobre la participación política; es un tema que ha
empezado a dificultar los diálogos por las exigencias que hace la FARC y que según el gobierno, no estaban
contempladas en el marco de los cinco temas que se deben resolver para llegar a
la solución del conflicto armado que ha
dejado más de 39 mil desaparecidos en los últimos 40 años y más de 4
millones de desplazados.
En este segundo punto, el planteamiento de la
FARC, no se remite a la participación
política simple y llana sino que sus planteamientos rayan en considerar la “refundación de la patria”, pues, Iván Márquez plantea que hay que fundar un verdadero Estado
de derecho y para ello, “se requiere una
constituyente, no para después de la dejación de las armas, sino una como
tratado de paz y nuevo contrato social”;
lógicamente, el gobierno considera que la constituyente no es el camino.
No puede la FARC, si desea la paz, empezar a
poner todo tipo de trabas al proceso; pretender abolir el presidencialismo,
cambiar la estructura actual de la
Cámara de Representantes, rediseñar el orden
jurídico y económico, revisar el papel
que juega el Banco de la República en
fin, una serie de solicitudes que harían imposible llegar al acuerdo.
Soy de los que cree, que a pesar de las
dificultades en la negociación, vamos alcanzar la paz y obviamente
no la dejación de las armas sino la entrega de las mismas, ya que quien
tiene el manejo de ellas por mandato constitucional es el Estado. Por último,
si la FARC quiere todo lo que solicita, después de que firme la paz, salga a buscar los votos, gane las mayorías en
el Congreso y de ser posible la Presidencia de la Republica; lo cual
significaría la autorización del Soberano para que cumplan sus sueños de
refundar el país.
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