martes, 9 de agosto de 2016

INTERVENCION EN  LA INSTALACION DE LA MESA PARA LAPAZ   EL POSCONFLICTO DEL CONCEJO DE  SANTIAGO DE CALI
                                                                 

Por: Luis Hermes Ruiz
Magister en Administración de Empresa, Educ. Ambiental

Señores y señoras


Al encargarme el Señor Presidente, del Concejo, doctor Carlos Pinilla, la responsabilidad de pronunciar unas cuantas palabras en este escenario, que reúne a las personas que tienen que atender lo relacionado con la paz y el posconflicto; como profesor  de la cátedra de Constitución Política colombiana, como ciudadano y además como un amigo del   proceso de paz, no dudé ni un segundo en aceptar tal responsabilidad y tan alto honor.

En un artículo que escribí el 23 de junio de 2014, para el diario Occidente, en mi columna: “En Contexto”, y para mi blog, titulada: “UN MANDATO PARA LA PAZ”, expresaba:

“ El Presidente Santos, ganó las elecciones porque el pueblo, aceptó su propuesta de un mandato para la paz. Al contrario de su primer gobierno donde quien lo ayudó fue  él entonces   Presidente Uribe; en  esta   oportunidad,  fueron  los partidos de la Unidad Nacional  (U; Liberal y CR), los intelectuales, la izquierda, un gran número de colombianos sin partidos, pero que quieren la paz, porque desean que cese una confrontación armada con la FARC y el ELN, con quienes se lleva más de 50 años de lucha fratricida.

El Presidente- Candidato, ganó las elecciones con más de 900 mil votos de ventaja sobre su contendor;  fue una confrontación entre la paz y la guerra; ganó la paz, pero, éste compromiso por la paz, es un compromiso que obliga al nuevo gobierno a lograr esa anhelada paz para que los colombianos podamos, según la Constitución, alcanzar una sana convivencia.

Una Colombia en paz, es prenda de garantía para la inversión nacional y extranjera, así lo demuestran los indicadores en cuanto al crecimiento del PIB que en el trimestre pasado,  creció aproximadamente el 6.4 %, siendo considerada la segunda economía que más crece en el mundo, según lo expresa nuestro Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas”.

Hoy, si bien es cierto, en razón de la baja mundial de los precios del petróleo, nuestro crecimiento se encuentra por debajo de esos valores, seguimos siendo una de las mejores economías de América Latina, no obstante, la desigualdad y la exclusión social es muy alta.

Colombia es el país de las desigualdades y no hay quien diga, con razón, que vivimos en dos Colombia. El Plan: “Para cerrar la Brecha”, del Presidente Alfonso López  Michelsen, trató de cerrar esas diferencias de las dos Colombias, buscando acercar  a los campesinos, a los obreros y patronos, al agro y a la industria; sin embargo, eso no se ha logrado; esa brecha solo se puede cerrar con un Plan de Desarrollo que, sea capaz de invertir en mejorar el tejido social y que   entienda,  que Colombia es una sola.

El gobierno anterior, que combatió fuertemente a los alzados en armas y que obligó a la FARC prácticamente a las negociaciones en la Habana, no luchó como debió hacerlo por las desigualdades sociales; las cifras no mienten, veamos:

Las Entidades del sector financiero en el transcurso de siete  (7) años pasaron de 632 mil millones  en 2002 a 4.4 billones en 2009;  multiplicaron por siete (7) sus ganancias, mientras que en ese mismo tiempo el salario mínimo solo se incrementó el 6 %. En el periodo 2002-2007, la participación de las empresas  en el PIB, paso del 28.9%  al 33.7 %,   que representaba para la época  casi 5 puntos  del PIB, es decir, unos US$ 14 mil millones; en contraste entre los  años 2003 y  2008 la participación de los asalariados, se redujo del 34.6 % al 31.1 %. Entonces, como no reconocer que somos un país injusto y que ésta injusticia social, es muy alta. Además, déjenme decirles que con un crecimiento sostenido para  el periodo 2003-2008 por encima del 6% , pudo Colombia reducir la pobreza , no fue así, pues, el coeficiente GINI, pasó del 0.56 % en 2002 a 0.59%  en 2008; muy próximo al que teníamos 15 años atrás; en una palabra, los pobres, se volvieron más pobres al contrario de lo preceptuado por Encíclicas como la Rerum Novarum,  la Mater Magister, la Pax Interra que dan luces sobre cómo, si bien es cierto que los ricos deben hacerse más ricos por ser los dueños de los medios de producción y deben generar su plusvalía, no es menos cierto que los pobres que venden su fuerza de trabajo, deben hacerse menos pobres, lo contrario, es una explotación vulgar.   Sobra decir que en  nuestro país, el ingreso del 20% de los hogares más ricos es 25 veces mayor que el ingreso del quintil más pobre, lo cual es aberrante. Más recientemente la CEPAL, en su último informe expresa que el 38 % de los colombianos se encuentran en pobreza  y el 12% en la miseria, esto es algo más de 25 millones de colombianos. Por ello, celebro que la nueva Ministra del Trabajo doctora CLARA LOPEZ,  una colombiana de alcurnia pero metida en las izquierdas ideológicas y defensora de la clase obrera haya planteado devolver las horas extras a los trabajadores, las cuales le fueron quitadas en el gobierno anterior; esto de alguna manera mejorar el salario de la clase obrera.

Al llegar  el final de los diálogos de la Habana, los colombianos amantes de la paz, celebramos este acontecimiento, sin embargo, la firma de la paz,  no es el resultado final de este proceso de más de 50 años, es apenas el comienzo que nos toca recorrer a los colombianos, para posibilitar  ciertamente  la paz y la sana convivencia entre todos. Entendemos claro está, que en todo acuerdo o negociación,  nadie gana todo pero tampoco pierde todo pues, los acuerdos se hacen entre enemigos o entre dos, con proyectos diferentes y ya se ha dicho que, una buena negociación es aquella, donde ninguna de las partes está totalmente de acuerdo con ella.

Compartimos el dolor de las víctimas pero la única forma de alcanzar la paz espiritual es el perdón;  el Papa Francisco dijo:” Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón”; “Ser Feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia”. Por ello, en la reconciliación y el perdón se encuentra la felicidad; el perdón no es un algo colectivo,  es única y exclusivamente de ese ser que se resuelve a  ser feliz, perdonando,  o,  a no perdonar, lo que lo lleva, a anidar en su corazón un mal peor que es el odio y la venganza lo cual, lo marcará por siempre, llevándolo por el camino de su propia infelicidad. El que no perdona no es feliz.

Entonces, como bien lo dice el Senador Mauricio Lizcano Arango, cuyo padre estuvo secuestrado casi 9 años: “Para que haya de los victimarios reparación, verdad, y no repetición es preciso suscribir un nuevo pacto: el de reconstruir la institucionalidad y las reglas de la democracia. Un pacto para generar confianza y legitimidad, inclusive, hasta en la propia justicia”
Aquel que no perdona, odia y anida venganza por lo cual se auto secuestra, por ello, el perdón la reconciliación, la reparación y la construcción de la memoria histórica para que estos hechos no vuelvan a suceder, tienen que ir de la mano para la construcción de una nueva Colombia en paz. Nelson Mandela conocido por todos los aquí presentes, Presidente de Sudáfrica y premio Nobel de Paz, expreso: “Sin perdón ni amnistía, no puede haber paz”.

En el mundo, hay muchos ejemplos de procesos de paz exitosos que hoy, le permite a esas naciones sino una sana convivencia, total, por lo menos, pueden  compartir juntos,  sin odio y, no podemos olvidar que la gran mayoría  de conflictos armados en el mundo se han resuelto por la vía de la negociación; podemos señalar algunos:
1.   El Acuerdo Árabe - Israelí”.-  Se dió con el acuerdo de Oslo (1993); entre el gobierno de Israel y la Organización para la liberación de palestina. (OLP)
2.   “El de Nepal” (2006).- firmado entre el gobierno monárquico  de la época y la guerrilla maoísta. Se dio la paz mediante una Asamblea Nacional Constituyente.
3.   “ El Acuerdo de Viernes Santos” (10 de abril de 1998).- Conocido como Acuerdo de Belfast.-Entre Irlanda del Norte (Protestantes) contra los  independentistas católicos,   que querían escindirse del Reino U nido y que luego de más de 30 años de confrontación, terminó el conflicto en el año 2006, mediante Consulta Popular.

4.   “El del Salvador”-. Conocido como Acuerdo de Chapultepec, que es uno de los más parecidos al colombiano en el cual trabajando por la paz, en la mesa de negociación, no se trató el alto al fuego ni nada estaba firmado, hasta el acuerdo final. La paz se firmó el 16 de enero de 1992 mediante reforma constitucional entre el gobierno y el Frente  Farabundo Martí (FLMN).
5.   “El de Guatemala” Se firma la paz el 29 de diciembre de 1996; se logra el reconocimiento por medio de Consulta Popular, el 16 de mayo de 1999.- Este conflicto entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional  Guerrillera (URNG).  duró 30 años y algo importante: en la consulta solo votó el 18.5% de los inscritos en el padrón electoral, compuesto por 4 millones de ciudadanos. Votaron 758 mil, el 55% votó por el No, el 44 % por el Sí,  y el 1 % nulo. Se volvieron a sentar en la mesa de negociación para validar el proceso.
6.   “El de Angola”:-  Se firmó la paz el 20 de noviembre de 1994 y  se citó a elecciones en abril 4 e 2002. Este conflicto duró 26 años, entre el Ejército Nacional y los rebeldes denominados UNITA. En este caso se convocó a elecciones pero los rebeldes no ganaron escaños y volvieron a la guerra, por lo que tuvieron que volver a la mesa y hoy, los alzados en armas ayer, conforman un gobierno de unidad.
7.   “El de Sudáfrica”.- Se alcanza la paz en 1996, mediante asamblea nacional constituyente que dio paso a una nueva constitución que le puso fin al Apartheid. Su Presidente electo Nelson Mandela  entendió que hay que pasar la página.
Erich Saumeth Cadavid, magister en estudios políticos expresa: “La paz más  que una victoria  es reconciliación, revisión histórica, compromiso social, justicia transicional, esfuerzo y decisión política, pero sobre todo, voluntad popular”. Por eso, tenemos que lograr un equilibrio entre justicia, verdad y reparación, considerando una justicia especial, benigna o transicional como ha ocurrido en todos los procesos antes señalados, porque se debe tener presente también, en el  caso Colombiano que las víctimas no solo son causadas por las FARC, también están los de los falsos positivos, los de la UP, los de los paramilitares y aun hoy estamos sin saber a ciencia cierta, quien mató a Gaitán, Galán, Álvaro Gómez, Rodrigo  Lara Bonilla, Jaime Garzón   y a tantos  otros que han incidido en la vida política colombiana desde puntos de vista diferentes; hoy se están desenterrando sus restos  para conocer quien los asesinó.
Más  recientemente Ingrid Betancourt, expresó en una entrevista con Yamit  Amat  en CM&: “En Colombia tenemos que darnos la oportunidad de perdonar”; “En la confrontación entre el Estado y la FARC, la ruta que no ha dado fruto es la confrontación, pero la ruta que debe dar fruto es la reconciliación. Y más recientemente en Entrevista con Yamit  Amat en el diario el Tiempo del 15 de mayo el Senador Horacio Serpa,  manifestó:” Si se logra la paz  es para que las cosas cambien.  Si no es así, déjeme decirle que dentro de 5 años arranca otra guerra”. Y el ex presidente Gaviria, en el VII congreso Liberal reunido en Bogotá el 15 de mayo del presente año, refiriéndose al Presidente Santos expreso:” El legado que usted nos deja es el cerrar un proceso que tiene el respaldo de todo la comunidad internacional, de todos los gobiernos del mundo, del Papa Francisco, del Presidente Obama y de los partidos de la Política estadounidense, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas  y de su Secretario General  y que cumplen con todos los estándares de verdad, justicia, reparación y reconciliación”.

Con estos apuntes,  estamos ciertos que la postura de quienes se oponen a la paz, es equivocada. La resistencia civil  se ha planteado para la paz más no para la guerra, así lo hizo Gandi,  para lograr la independencia de la India;  en ningún momento se está derrocando la Constitución como dicen unos o que la FARC serán constituyentes como dicen otros.
Para blindar el proceso de la Habana  el mecanismo sugerido del Acuerdo Especial es expedito y el Derecho Internacional Humanitario (DIH) lo acepta porque busca regular los métodos utilizados en desarrollo de conflictos armados y sus normas forman parte en su mayoría de los convenios de Ginebra de 1949.
En estos momentos se encuentra en revisión ante la Corte Constitucional  la Ley que el Congreso aprobó sobre el Plebiscito para la Paz, de tal suerte que en la búsqueda de la paz y la  terminación del conflicto están dadas todas las garantías constitucionales porque actúa el pueblo, el Congreso y la corte Constitucional.
La mecánica empleada para blindar los acuerdos se pueden sintetizar en 7 pasos que son los siguientes: (Tomado del diario El tiempo mayo 15 /2016).
1. Depósito en Suiza
Una vez el Gobierno y las FARC  firmen la paz como Acuerdo Especial, este se lleva al Consejo Federal Suizo, en Berna, que es depositario de las Convenciones de Ginebra.
2. Refrendación
Aunque el mecanismo de refrendación de los acuerdos no se ha definido, el pronunciamiento de los ciudadanos en las urnas dará luz verde a los trámites para blindarlos.
3. Ley ordinaria
Una ley ordinaria del Congreso incorporará al derecho interno el acuerdo final como Acuerdo Especial. Los legisladores podrán aprobar o improbar lo pactado en Cuba, pero no modificarlo.


4. Control de la Corte
La ley aprobatoria del Acuerdo Especial tendrá control automático de la Corte Constitucional. En ese proceso los opositores podrán ex- poner sus objeciones.

5. Constitucionalidad
El Acuerdo Especial entra integralmente al bloque de constitucionalidad de manera transitoria, a través de un acto legislativo.

6. Implementación
El acuerdo de paz será desarrollado a través de leyes que materialicen puntos como la amnistía o el estatuto de la oposición.

7. Resolución de ONU
El Presidente le pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU que incorpore el Acuerdo Especial a la resolución que aprobó la verificación.

Para terminar,  tomando una cita del profesor Mockus,  diré que el fundador del humanismo Pico de la Mirándola dijo: “Dios dejó incompleta la última de sus obras: El ser humano, para que él mismo termine de hacerse en libertad, pudiendo envilecerse o redimirse según su libre albedrío”, entonces tenemos la posibilidad de hacer la paz y lograr una Colombia que nos permita soñar en un futuro mejor para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos o dejamos que las cosas sigan iguales  y tendremos otros 50 años de lucha guerrillera y de sudor y lágrimas  para  las próximas  generaciones  que no tendrán  una oportunidad sobre esta tierra.


Mil gracias