El grito del Oriente
Por Luis Hermes Ruiz - febrero 24 de 2011
El grito de la Plaza Tahrir en Egipto, se regó por el Oriente medio y encendió la llama libertaria, después de décadas de sumisión a gobiernos tiranos y corruptos; no era para menos, los jóvenes Libios siguieron el ejemplo de los Tunecinos y Egipcios que, al decir de Maumar Gadafi, se trata de “unos jóvenes de 16 y 17 años que se drogan………”, y en otra alocución, manifestó que “para los rebeldes, no habrá perdón aunque lo pidan sus familiares” ; su hijo, Saif el Islam, expresó: “Libia, no es Túnez ni Egipto”. Con estas expresiones, a los padres de esa juventud que como muchos han vivido sin conocer otras formas de gobierno, no les quedó otro camino que unirse a sus hijos y fortalecidos en Trípoli, la capital, han aceptado el desafío hasta la muerte; se habla de más de 600; la Corte Penal Internacional cree son más de 10.000 mil.
Maumar Gadafi, nacido en 1942, de origen beduino, creador de camellos, se convirtió en la esperanza de Libia, acabada por la segunda guerra mundial, que en la década de los 70, decide reunir sus tribus alrededor de un sentimiento anticolonialista encabezado por ese joven carismático que lideró la Revolución, considerado, el “ Hermano Guía de la Gran Revolución “ por lo que, ante los manifestantes que desde el 17 febrero reclaman su dimisión, añadió: “ No me considero un Presidente sino el Líder de la “ Jamahiriya” (República de Masas), si fuera Presidente, os tiraría mi dimisión a la cara, pero yo soy un líder de la revolución, cogeré mi fusil, permaneceré en Libia y derramaré hasta la última gota de mi sangre”, y en efecto, los disturbios en Trípoli, Benghazi, (la segunda Ciudad), Syrta y otras, han dejado centenares de muertos.
Gadafi se está quedando solo; algunos de sus ministros como Mustafa Abdael Yalil, Minjusticia y casi todos sus embajadores han renunciado a sus cargos; muchos militares se han unido a la revolución y no pocos han preferido ser fusilados o eyectarse con su avión antes de dispararle a la masa de libaneses que lucha por una nación libre de una dictadura de casi 42 años.
Todo comenzó en Bengazi por la protesta realizada por el arresto de varios activistas de los derechos humanos.
Libia es un país de 6.5 millones de habitantes y 140 tribus y casi todas están en su contra. Si el “Gran Hermano “pierde el poder; es posible que Libia se parta en varias naciones y se inicie una lucha más fuerte entre las tribus por las regiones petroleras.
Las protestas siguen en Bahréim, Yemen, Irán y Omán, países que también buscan su independencia después de muchos años de sometimiento a gobiernos opresores.
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