El último informe de la Organización Mundial de la Salud manifiesta que se presentarán 8 millones de muertes anuales de aquí al 2030, como consecuencia de uso del tabaco y que la mayoría de estas muertes, un 80%, se presentaran en los países más pobres. ¡Qué tristeza¡ pero es la verdad; es en los países con las necesidades básicas insatisfechas, donde como una forma de escaparse de sus problemas cotidianos, encuentran en el tabaco, en sus diferentes modalidades, un paliativo a sus pesares.
El tabaco y el alcohol, fueron en su momento, como lo es hoy la marihuana y la coca, perseguidas por el Estado y quienes se dedicaron a estos menesteres eran considerados los capos de la época, hasta que los gobiernos procedieron a su legalización.
Los resultados sobre el tabaquismo son aterradores, pues, se pensó que con el paso del tiempo y con políticas de Estado, éste podría disminuir, pero no ha sido así; las estadísticas muestran que en el siglo XX, las muertes ascendieron a 100 millones en el mundo, mientras que para fines del siglo XXI, se calculan que las muertes ascenderán a la no despreciable cifra de 1.000 millones de personas y según el análisis, se desprende entonces, que 800 millones morirán en los países más pobres. Asombra que la cifra siga siendo tan alta , particularmente en los países más necesitados de desarrollo en su tejido social, toda vez que pareciera no importarle a los países ricos la suerte de éstos, como se podrá ver: Los gobiernos del mundo entero recaudan 133 mil millones de dólares por año y solo dedican 1.000 millones a la prevención del consumo en todas sus forma ; perjudicando ostensiblemente la salud de los más pobres.
Reseña el informe que cada año mueren 600 mil personas no fumadoras, como resultado de los efectos nocivos del humo de los fumadores, es decir, que las personas que viven con estos o interactúan, aunque no fumen, tienen más propensión a morir por ésta causa.
El mismo informe indica que 3.800 millones de personas en el mundo, están cubiertas por alguna medida de control del uso del cigarrillo en los espacios libres de humo, que Colombia mediante Ley 1335 de 2009 (julio 21) y otras, acogió; pero eso, solo equivale a un poco más del 55% de la población mundial que se calcula en mas de 6.000 millones. Lo peor y más grave es que a duras penas 1.100 millones de personas están cobijadas por políticas antitabaco desde el 2008, lo que equivale al 17% de la población mundial, es decir, 480 millones de personas.
En Colombia, mueren anualmente por enfermedades atribuibles al consumo del tabaco aproximadamente, 25.000 colombianos al año y en un avance del consumo de los adolescentes, el 30%, son fumadores.
Preocupa que los llamados países desarrollados no estén interesados en resolver la situación de los países más pobres y que por el contrario, cuando se reúnen en las cumbres todos los temas tienen que ver con la economía y con la plusvalía que puedan generar sus empresas sin importarles absolutamente el problema del tabaquismo porque este en su mayoría, es solo un problema de los más pobres del orbe. ¡¡¡¡¡ CRUDA REALIDAD !!!!!
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