EL PROBLEMA DEL CAUCA. SEGUNDA PARTE

Por: Luis Hermes Ruiz. 26 de Julio 2012. Decíamos que la Constitución del 91, enmarca a Colombia como una República unitaria, con autonomía territorial; en el caso indígena, se reconocen sus cabildos, sus autoridades con sus bastones de mando para proteger su propiedad colectiva. La Ley de Ordenamiento Territorial, respeta esos derechos, pero, parte de unos principios rectores en los que considera, la integridad territorial, la defensa y seguridad para todos los colombianos; luego, si bien es cierto esos cabildos gozan de autonomía, es dentro de los límites que establece la Constitución y la Ley; salirse de esas estructuras, rompe el Estado Social de Derecho y la unidad territorial. El artículo 22 de la CN, expresa: “La paz es un deber y un derecho de obligatorio cumplimiento” y en la parte final, el artículo segundo: “Las autoridades están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia en su vida, honra, bienes, creencias…”. Algunas organizaciones indígenas: Paeces, Nasa Kiwis, etc., consideran que el Estado en la lucha que libra contra la Farc y narcotraficantes, no los defiende y utiliza sus tierras para repeler los ataques, perjudicándolos, al poner ellos los muertos; se equivocan, la Colombia diversa, es una sola y el interés general, prima sobre el particular y es obligación del gobierno buscar la paz para todos los colombianos y residentes. La situación indígena es de tal magnitud que el CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca), pelea por la salida de los militares pero la OPIC (Organización de los Pueblos Indígenas de Colombia), quieren lo contrario. El problema con éstas comunidades, sólo se resuelve con el dialogo y la inversión social; el gobierno puso a negociar al doctor Aurelio Iragorri Valencia, bisnieto de Guillermo Valencia, nieto del presidente Guillermo León Valencia e hijo del cacique político del cauca, senador Iragorri con tradición caucana y conocedor del problema El Gobierno no debe olvidar que la marginalidad es una bomba de tiempo, entonces… ¡ojo con las comunidades afro, tan abandonadas y con el mismo problema de los indígenas!