Por: Luis Hermes Ruiz
Cali, 18 de noviembre
2013
La dejación de las armas que nos llevará al fin del conflicto
y en últimas a la paz, será muy importante para que se reduzca el aparato
militar en el que se viene invirtiendo
aproximadamente 22 billones de pesos en promedio para los 10 últimos años y que para el año
2014 puede llegar a los 27 billones de pesos. ! Esa es mucha plata ¡
La reducción del
aparato militar puede fácilmente representar unos 7 o 9 billones de pesos por
año que se pueden invertir en mejorar
la calidad de la educación, en ciencia y tecnología, donde solo estamos
invirtiendo el 0.02% del PIB; en mejorar
el tejido social, la seguridad nacional, el sistema penitenciario, etc.
El posconflicto como ya lo dije en otro artículo, requiere de
la unidad de todos los colombianos. Una Colombia sin guerra es otra cosa; la
inversión extrajera, el turismo, la industria y el comercio alcanzaran avances
muy significativos que nos pondrán en una posición muy importante en el
concierto de América Latina; claro que para ello, hay que mejorar la infraestructura vial y las
vías terciarias que le permitan al
campesino sacar sus productos al
mercado; preparar nuestros profesionales y técnicos para que asuman el reto de cumplir
con los estándares de desempeño que exige
el mercado internacional, mejorar nuestros puertos, especialmente el de
Tumaco, que hoy, no presta ningún servicio,
en una región olvidada que requiere de la mano del gobierno; sin duda
alguna, Buenaventura, puerta de
entrada y salida del mayor comercio
nacional.
Para que logremos lo anterior, no se puede olvidar que el
salto de la guerra a la paz implica un trabajo mancomunado y allí, debemos
estar todos como en Fuente Ovejuna:
“todos a una”, pensando que no podemos esperar otros 50 años y más de 220 mil
muertos para poder entender que solo conversando y cediendo de parte y parte es
que se puede alcanzar la paz.