Por: Luis Hermes Ruiz
Cali, 18 de noviembre 2013
Después de una jornada de
trabajo en la Casa de Nariño en la que el Presidente Santos se reunió con la bancada que integra la Unidad Nacional con el fin de definir si se rompían, se continuaban
o se aplazaban los diálogos de paz, se
logró llegar a la conclusión que los diálogos
debían continuar pero que, había que acelerar en los mismos, de tal suerte que, la comisión de gobierno debería regresar de la Habana, cuando
se hubiese evacuado el segundo punto de la agenda, sobre participación política.
Los enemigos del proceso de
paz con el expresidente Uribe y el
Procurador Ordoñez a la cabeza, siguen haciendo oposición y el mismo Oscar Iván Zuluaga candidato a la
presidencia por el Uribismo, ha expresado
que si es electo presidente de la república termina los diálogos que se vienen
adelantando en la Habana.
Felizmente, se hizo eco al
pedido del Presidente Santos y se estudio
el segundo punto, quedando claro lo referente a la participación política para nuevos movimientos
que surjan en las regiones en las
que las FARC, hayan tenido influencia
armada; en estos casos, se abrirán unos cupos en la Cámara de Representantes lo
cual, no tiene que ver con espacios en el Congreso para los guerrilleros, como
lo vienen diciendo los opositores al proceso.
Vamos camino a la dejación de
las armas y con ello, a la terminación del conflicto armado, pero
para que la paz se alcance, se requiere
la voluntad de todos los colombianos, de los empresarios, de las familias de
las víctimas, que sin olvidar el dolor,
deben conceder el perdón para avanzar en la solución del conflicto y en la reconciliación
y la paz que servirá para el desarrollo de nuestra nación, de tal suerte que, las próximas generaciones
puedan vivir en un país próspero. El
cómo enfrentar el posconflicto será la clave de la paz y la prosperidad de
Colombia.
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