martes, 16 de noviembre de 2010

LAS ELECCIONES ATIPICAS EN EL VALLE DEL CAUCA-

Por Luis Hermes Ruiz
Noviembre 12 de 2010



En mi escrito del 26 de agosto, me ocupé de la gobernación del Valle, explicando constitucionalmente que habrían elecciones así muchos expresaran que el gobernador Francisco Lourido, iría hasta el final del periodo constitucional del destituido gobernador Abadía; el tiempo nos dió la razón y el gobierno nacional convocó las elecciones para el 23 de enero 2011.

Muchas voces se han escuchado desde entonces, unas a favor y no pocas en contra. Los que favorecen el proceso a mi juicio, lo hacen en el entendido de que nadie en un país con una larga vida democrática que se enmarca en un contexto de considerarse como un Estado Social de Derecho, se viole el contenido constitucional, definido sabiamente en el artículo Primero como uno de los Principios Fundamentales. Se debe tener claro que la Constitución es la Ley de Leyes y todos debemos cumplirla; violarla, equivale a romper la armonía que es el fin último que ella busca cuando precisamente, en su artículo Segundo expresa: “Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política administrativa y cultural de la Nación …….. …..”

Más claro no canta un gallo, el gobierno Santos, no podía pasar por encima de la Norma de Normas, so pena de ser investigado, El, y su Ministro del Interior y de Justicia, penal y disciplinariamente por violar las normas y la Constitución en su artículo sexto que define la responsabilidad de los funcionarios públicos.

Los que piensan en contrario, han acudido a todo tipo de recursos aparentemente legales y a no pocas conveniencias personales unas, y administrativas otras, al expresar que se paralizan la administración departamental y las administraciones municipales en razón de la ley de garantías que obviamente empezó a regir; que el tiempo para la nueva administración es muy corto, escasos once meses; que el gasto para ese proceso es muy alto y esos recursos se pueden invertir en otras cosas; en fin; todas de gran importancia y que aparentemente tienen lógica en el quehacer administrativo pero, olvidan que la democracia no tiene precio y que todo lo que se haga, vale la pena para cumplir con la Ley de Leyes.

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