sábado, 16 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM



Por Luis Hermes Ruiz.                                      
Cali, marzo 15 de 2013

Tal como lo expresé en el artículo: “Renunció el Papa”,  después de cinco rondas, los  115 Cardenales reunidos en el Cónclave,  escogieron al representante de la iglesia católica,  fundamentada en Pedro; precisamente un poco después de las dos  de la tarde del miércoles 13, apareció  humo blanco, para indicarnos: “Habemus Papam”, antes del humo, vimos  que una gaviota se posó en la cima de la chimenea;   minutos después, apareció su santidad: “Francisco”.
Se trata del Cardenal Jorge Mario Bergoglio de 76 años, consagrado como el Papa 266; argentino y jesuita; primera vez que se dan dos circunstancias: Latinoamericano y Jesuita; fue una sorpresa porque en el listado de los  papables, no figuraba el Cardenal Bergoglio; por eso se ha dicho, que muchos entran papables y salen cardenales y otros entran cardenales y sale Papa: asi, es el Cónclave, impredecible.
Pero, ¿quién es el actual Papa Francisco?
Se trata de un hombre de mucho carácter que se confunde en el amor a Dios y al prójimo,  que ha tenido divergencias con la familia presidencial Argentina; súper sencillo, amante del trabajo, que no le gusta el boato, que prefiere tomar autobús en lugar de autos lujosos como le corresponde a su investidura. Así ha sido  desde que era Sacerdote y luego Cardenal y ya Papa, nos dió muestra de su sencillez,  no usó la cruz de oro para su presentación en público, sino su cruz de madera de siempre; no lució  vestidura lujosa, tampoco los zapatos rojos, que es una tradición del Imperio Bizantino,  que simboliza el poder y  tampoco, usó el papamóvil y se dirigió en un automóvil corriente a recoger sus maletas y pagar personalmente su cuenta en el  hotel donde estuvo hospedado  antes de convertirse en Papa.
Como Pontífice sus primeras palabras  fueron que la iglesia debe:    “emprender un camino de fraternidad, amor, y evangelización”
Nuestro Cardenal Salazar lo ha invitado a que visite nuestro País, que tanto requiere de sus bendiciones.

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