miércoles, 25 de junio de 2014

DISCURSO DE PRESENTACION DEL PROYECTO DE LEY NUMERO 273 DE 2006 SENADO, PARA 2° DEBATE- UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI


Cali, 2006 
La Constitución Política  de 1991 fue promulgada con el fin de establecer un Estado Social de Derecho Democrático y Participativo, fundamentándose en la Declaración Universal de los Derechos Humanos  proclamados por la ONU en 1948, en armonía con otros convenios y tratados internacionales, en los cuales el estado colombiano reconoce constitucionalmente la diversidad étnica y cultural, concibiendo a las personas como sujetos con características particulares, en la que cada persona es un sujeto único y singular, dentro de una sociedad colombiana que se fortalece en la diversidad.
Pero en Colombia, todo lo que manda la Constitución se queda en letra muerta porque lo que se ve, son grandes desigualdades Socioeconómicas y Políticas siendo reconocida por esta razón como una de las Naciones del mundo, donde estas desigualdades están bien marcadas; basta mirar algunos datos estadísticos.
En materia de ingresos: El per cápita Nacional se sitúa   en      aproximadamente US $ 2100, en cambio para los habitantes de la región Pacifica a duras penas alcanzan los US $ 440, para Buenaventura.
El 74 % de los afrocolombianos reciben un ingreso inferior al mínimo legal.
La esperanza de vida para el promedio nacional es de 71 años para el pueblo afrocolombiano es apenas 64 años.
Índice de pobreza: El 76% vive en la pobreza.
Necesidades básicas insatisfechas: 80%.
Desempleo: Por encima del 80%.
CALIDAD DEL SERVICIO EDUCATIVO: La calidad del servicio educativo es del 40%  en la región pacifica en relación con las demás regiones del país que alcanza el 87%;  de esta manera de cada 100 jóvenes que logran terminar la secundaria solo 2 logran ingresar a la universidad y de 100  que ingresan a las universidades solo 2 se vuelven profesionales.
Analfabetismo: La media normal nacional es 7.3%; para los afrocolombianos es el 20%.
En materia rural, el promedio nacional es el 23%; para los afrocolombianos el 43%.
En sentido general, tan solo un 19% de toda la región pacifica recibe los servicios de agua luz y alcantarillado en relación con el promedio nacional que es del 62%.

INDICE DE MORBILIDAD: De cada mil niños que nacen vivos, la media nacional es que mueren 39; para los afrocolombianos este nivel se eleva a 151 niños.
Estos porcentajes son iguales y en algunos casos peores para las comunidades indígenas.
Estas cifras son alarmantes teniendo en cuenta que según el último censo Colombia tiene 41.242.948 habitantes y de este total 11.065.482 son afrocolombianos para un porcentaje el 26.83%. Respecto a la población indígena el censo manifiesta que esta alcanza una población de 875.516 representando el 2% de la población nacional distribuidos en 82 pueblos que hablan unos 300 dialectos, unas 64 lenguas y se encuentran organizados en 638 resguardos que ocupan el 25 % del territorio nacional y reciben apenas el 0.0003% del presupuesto nacional, lo que al igual que los afrocolombianos los pone en un estado de marginación y exclusión socioeconómica.
 Es una obligación del estado lograr el bienestar social de todos sus habitantes pues en el Artículo 2 de la Constitución se indica claramente que son fines esenciales del Estado servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en ella y además, lograr la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. ¿SERA QUE CON TANTA INJUSTICIA SE PODRA CUMPLIR CON ESTE MANDATO CONSTITUCIONAL? Creo que no.  Ahora bien si partimos de que la soberanía reside en el pueblo y además se reconoce que somos un país plurietnico y pluricultural; que se incluyó como derecho fundamental en la Constitución el que todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley ,  que recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismo derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión opinión política y filosófica;  que obliga al estado a proveer las condiciones para que esa igualdad sea real y efectiva adoptando medidas  a favor de grupos discriminados o marginados. Articulo este, tomado de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas proclamada el   20 de noviembre de 1963 a través de la Resolución 1904.
Además, el Articulo 40 de la Constitución Colombiana que es un derecho fundamental, expresa que todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político.
Sin embargo; esa adecuada y efectiva participación no se ve por ninguna parte, por el contrario,  la situación que afrontan los afrocolombianos y los indígenas los afecta  en materia social económica y política, porque  continuamente son violados sus derechos humanos; los altos índice de violencia  que viven en las zonas urbanas y rurales, los continuos desplazamientos que han afectado su forma de vida, siendo blanco de grupos armados al margen de la ley fundamentalmente en regiones como  el Urabá antioqueño, bajo Baudó, Condoto; Curadó, Acandí, Alto Naya  y Bojayá,  donde perdieron la vida 119 personas, de igual manera, Buenaventura, Tumaco y en general,  toda la costa del pacifico colombiano, que los pone en condiciones de indefensión,  además de la exclusión y la invisibilidad a la que están sometidos.

Creemos que este Proyecto de Ley apunta a   lograr una Colombia incluyente donde se prioricen la discriminación positiva y las acciones afirmativas que permitan    a los afrocolombianos e indígenas participar en la decisiones políticas de la Nación, a las que como colombianos tenemos derecho.  

Por último, quiero rendirle un tributo a todos los afrocolombianos  e indígenas del mundo que vienen librando batallas a favor de la inclusión y que sin duda alguna está haciendo eco en los países europeos y EE UU de América;  a Rosa Park, Marthin Luther King,  a todos los Caciques indígenas  que ofrendaron sus vidas, defendiendo sus tierras del español invasor que truncó con esto el desarrollo cultural, económico  y social de todos  sus  pueblos  en América; reivindicó a los dueños de la MAMA PACHA  de ¡América¡   a Rigoberta Manchú,  al Dalai Lama, a la madre Teresa de Calcuta a Bencos Biojó, cuya lucha permitió en 1600.  el establecimiento del primer Palenque o territorio libre en América Latina a Manuel Saturio Valencia a la Negra Leonor , Líder del Palenque de Montañas de María, a Domingo Criollo y Pedro Mina que  estuvieron al frente del establecimiento del Palenque de Sierras de María, a Domingo Padilla y Francisco Arará Lideres del Palenque de Sierras de Larauco  y además no puedo dejar de mencionar los aportes en la lucha de la independencia del Negro José Prudencio Padilla.
  
Parafraseando a Marthin Luther King en su discurso leído durante su histórica marcha sobre Washington, diré que lo que estamos cobrando los afrocolombianos e indígenas es un cheque,   que   ha estado sin fondos por más de 156 años de historia para los afrocolombianos  y más de 500 años para los indígenas y  en este momento,  nos rehusamos a creer que el banco de la justicia haya quebrado; nos rehusamos a creer que no hayan  suficientes fondos en las bóvedas de las  oportunidades de este país para que podamos logar una Colombia incluyente para todos.
En las manos del Senador Gustavo Petro, Ponente para segundo debate en el Senado,   de Usted, Senadora Piedad, que esta signada para mejores destinos de la Patria, y del nuevo Congreso de la República en general, está la responsabilidad de este Proyecto y el porvenir de más de 12 millones de colombianos.
Tengo entonces un sueño el sueño de que este Proyecto de Ley será la esperanza  de una Colombia donde  todos podamos compartir  una sana convivencia sin discriminación y exclusión,   que afecta tanto a nuestra Nación,  a nivel   internacional.
Que repiquen entonces, LAS CAMPANAS DE  JUSTICIA  PARA QUE ESTE SUEÑO DE QUIENES SECULARMENTE HAN ESTADO ABANDONADOS EN UNA  COLOMBIA EXCLUYENTE SE CONVIERTA EN REALIDAD.

Que repiquen entonces, LAS CAMPANAS DE JUSTICIA PARA UNA COLOMBIA INCLUYENTE


Señoras y señores muchas gracias.

EN LA BUSQUEDA DE UNA COLOMBIA JUSTA



Por: Luis Hermes Ruiz
Cali, 2006

América ha vivido desde su descubrimiento por allá en 1492, una continúa búsqueda de identidad, pasando por diversas etapas: Conquista, colonización, Independencia, Formación de Países Independientes. Luchas Internas por la búsqueda del poder; en fin, continuo desangre que ha enlutado todo su desarrollo orgánico. Solo como por partir de alguna etapa histórica, diríamos que después de la muerte de Gaitán y hasta nuestro días, las generaciones que se han venido sucediendo, desarrollaron una nueva cultura: la cultura de la guerra; para esas generaciones y con mucha más fuerza para las recientes, la palabra Paz solo se encuentra en el diccionario de la Lengua Española como algo EXÓTICO de lo que no se sabe en profundidad su significado.

Nuestra juventud, es decir las generaciones de la década del 80 hacia delante, han desarrollado genéticamente podría decirse, un genotipo que le es muy propio: el de la VIOLENCIA,  y lo son por naturaleza y por antonomasia, es triste pero vale la pena reconocerlo, en nuestro país hemos perdido el sentido de  pertenencia, hemos perdido la confianza en nosotros mismos y en los demás, hemos perdido el carácter,  la fe, la autoestima, la capacidad de liderazgo, en fin, hemos perdido en resumen los valores  y con ello  hemos perdido nuestra capacidad de lucha para ser mejores. Un país así no podrá tener jamás propensión a crecer.

A partir de la Constitución de 1991, Colombia se erige como un Estado Social de Derecho y permite una apertura por lo menos en la Carta, en el sentido de reconocer que somos un país pluriétnico y multicultural, donde la soberanía reside en el pueblo y en los Artículos, 13, 22, 54, 40, 47 y 93 entre otros, plantea la igualdad real y efectiva de todas las personas, considerando  además  que la paz es un derecho y un deber de  obligatorio  cumplimiento y que el Estado también debe garantizar la ubicación laboral de las personas en edad de trabajar y desde luego en igualdad de condiciones, acceder al desempeño de funciones y cargos públicos, insertando estos deberes consagrados en la Carta Política con los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia.

Se trata entonces por mandato Constitucional, es decir, por mandato del pueblo, que es el soberano, de reivindicar estos derechos para todos; no obstante, en Colombia como ya lo manifesté hemos formado una cultura de la guerra, en parte como resultado de las grandes desigualdades sociales en que vivimos; de la falta de distribución del ingreso, de que unos pocos sean los dueños del país, de que la brecha cada día entre los ricos y los pobres sea más grande, de que la falta de oportunidad para los hijos del pueblo que se capacitan   y no pueda acceder también a las altas posiciones, tanto del Estado como de las Entidades Privadas; de la corrupción que campea por doquier, de la guerra misma, fratricida, que cual  cáncer metastático se expande por toda la geografía nacional.
Para que Colombia logre su rumbo es importante que se rediseñe, -como nos plantea Michael Hammer y James Champi, en sus investigaciones sobre Reingeniería-, es importante que todos hagamos un alto en el camino, para pensar en la Colombia que quisiéramos para que los hijo de nuestros hijos y las próximas generaciones, que son quienes nos van a juzgar, entiendan que pudimos en un momento dado, desandar lo andado equivocado, silenciar los fusiles, abrir los espacios de participación generando empleo, abriendo los espacios  en el  campo de la educación, salud, la recreación; contribuyendo con el campesino para que produzca en abundancia, en fin en una Colombia que ante la Organización Internacional, no se siga mostrando como uno de los países más violentos  de la tierra, pues hoy mientras más se globaliza el mundo, Colombia es un país memos competitivo; ocupamos en esta materia  el 54 lugar entre 59 países estudiados en  América Latina, solo Bolivia está por debajo de nosotros; en materia de educación,  la inversión se disminuyó un 14% entre 1998 y el 2000, siendo uno de los países que ha bajado sustancialmente no solo en América Latina, sino en el mundo su calidad en la educación; y que decir en materia de Ciencia y Tecnología, donde  la inversión pública en este rubro, en el año de 1999, fue el 0.8% del Producto Interno Bruto, siendo el más bajo desde 1980, cifrado en promedio en el 0.2% en la actualidad.

Si tuviéramos por lo menos algo de la Cultura Oriental, o si por lo menos abreváramos de ella,  nos daríamos cuenta como después de  la Segunda Guerra Mundial en que Hiroito, firma la capitulación  por el desastre de las bombas  atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, estos países orientales quedaron en  la más completa ruina; en la década de los 70, iniciaron su recuperación, ya en la década del 80 se habían erigido en los grandes tigres del sureste Asiático (Hong Kong, Taiwán, Singapoure, Corea del sur, Japón), y  de un   ingreso per capita de aproximadamente 250 dólares pasaron a 30.000 mil dólares.  Colombia, en cambio, que para la época tenía un ingreso per cápita de aproximadamente 700 dólares, hoy apenas está bordeando los 2300 dólares; sin considerar que en el área del pacífico, donde está asentada la población afrocolombiana, el ingreso per cápita no alcanza los 600 dólares; si esto no es injusticia social, entonces qué es?

En materia económica si bien es cierto hemos crecido, para el año 2005 lo hemos hecho menos que nuestros vecinos con excepción de Bolivia, pues Argentina 8.8%, Ecuador 6.3% Chile 5.9% Brasil 5.1%, Perú 5.1%, México 4.4%, Venezuela 17.3%, Colombia 3.9% y Bolivia 3.8%.

El gobierno de Uribe manifiesta que al término del año 2005 el desempleo alcanzó solo 10%, cuando las condiciones de vida de los colombianos demuestra lo contrario en el sentido de que en este análisis está comprometido al subempleo que no es trabajo de buena calidad; sin embargo, el desempleo por ejemplo para la población afrocolombiana bordea el 40% (según índices de Planeación Nacional).

 Según la información Gini, que mide la distribución del ingreso, Colombia es en Latinoamérica el país que tiene la peor distribución seguida de Brasil: Colombia 0.576, Brasil 0.591, Chile 0.571), en países del Sureste Asiático: Corea 0.30, Hong Kong 0.434, China 0.447.
En medio de este panorama, la ubicación de nuestro país es realmente negativa como resultado de la alta concentración del ingreso en pocas manos.
Mientras los bancos reportan ganancias para el año 2004 por 2.87 billones y para el año 2005 de 3.37 billones, que si se suman esas ganancias a toda la actividad financiera y bursátil, las utilidades alcanzaron los 5.5 billones; más de 23 millones de colombianos se encuentran en la pobreza y más o menos 11 millones en la miseria, es decir, que sobreviven con menos de un dólar.
Solo por hacer un reconocimiento a mi raza tendría que señalar: el 26% de la población colombiana es negra, es decir, más o menos 10.5 millones.

El 60% no tiene acceso a los servicios de salud,
El 43% es analfabeta en el sector rural y el 20% en el sector urbano.
El 2% terminan la secundaria
El 95% no pueden enviar sus hijos a la universidad
El 49% no tienen acueducto y el 90% no tiene alcantarillado.
Ingreso per cápita Dólares 550 y el promedio es $ 2.300.
Con tanta injusticia, no puede haber País.


Para terminar diré que el fundador del humanismo Pico de la Mirándola dijo “ Dios dejo incompleta la última de sus obras: El ser humano, para que el mismo termine de hacerse en libertad, pudiendo envilecerse o redimirse según su libre albedrío”, entonces o quienes tienen los medios de producción y son los dueños del País se unen a los que venden su fuerza de trabajo o este país seguirá en manos de la guerrilla, el narcotráfico, la corrupción, los ladrones, asesinos, los contrabandistas y todas aquellas formas nuevas que irán camino a formar el País  llamado  “CORRUP GUER NAR COLOMBIA”

DISCURSO PRONUNCIADO EN WASHINGTON D.C.


Washington D. C., febrero de 2008.

La Constitución Política  de 1991 fue promulgada con el fin de establecer un Estado Social de Derecho Democrático y Participativo, fundamentándose en la Declaración Universal de los Derechos Humanos  proclamados por la ONU en 1948, en armonía con otros convenios y tratados internacionales, en los cuales el Estado colombiano reconoce constitucionalmente la diversidad étnica y cultural, concibiendo a las personas como sujetos con características particulares, en la que cada persona es un sujeto único y singular, dentro de una sociedad colombiana que se fortalece en la diversidad.
Pero en Colombia, todo lo que manda la Constitución se queda en letra muerta porque lo que se ve,  son grandes desigualdades Socioeconómicas y Políticas siendo reconocida por esta razón como una de las Naciones del mundo, donde estas desigualdades están bien marcadas; basta mirar algunos datos estadísticos.

EN MATERIA DE INGRESOS: El per cápita Nacional se sitúa en aproximadamente US $ 2100, en cambio para los habitantes de la región Pacífica a duras penas alcanzan los US $ 440,  para Buenaventura.

 El 74% de los afrocolombianos reciben un ingreso inferior al mínimo legal.
 La esperanza de vida para el promedio nacional es de 71 años. Para el pueblo afrocolombiano es apenas de 64 años.
 Índice de pobreza:  El 76% vive en la  pobreza
 Necesidades básicas insatisfechas: 80%
 Desempleo: Por encima del 80%

 CALIDAD DEL SERVICIO EDUCATIVO: La calidad del servicio educativo es del 40% en la región pacífica en relación con las demás regiones del país que alcanza el 87%.  De esta manera de cada 100 jóvenes que logran terminar la secundaria solo dos (2) logran ingresar a la universidad y de cada 100 que ingresan a las universidades solo dos (2) se vuelven profesionales.

 Analfabetismo: La media normal nacional es 7.3%; para los afrocolombianos es el 20%.

En materia rural, el promedio nacional es el 23%; para los afrocolombianos es el 43%.

En sentido general, tan solo un 19% de toda la región pacífica recibe los servicios de agua luz y alcantarillado en relación con el promedio nacional que es del 62%.
ÍNDICE DE MORBILIDAD: De cada mil niños que nacen vivos, la media nacional es que mueren 39;  para los afrocolombianos este nivel se eleva a 151 niños.

El 20 de Febrero de 2008, la televisión colombiana presentó un informe según el cual en Colombia cada dos (2) días muere un niño por hambre.  El mismo Personero de nuestra capital, Bogotá, el indígena Francisco Rojas Birry, manifestó en la televisión que su señora madre murió de hambre; él que fue miembro de nuestra Asamblea Constituyente y dos veces senador de la República.  Mientras que los bancos colombianos registraban para septiembre de 2007 ganancias por más de tres billones de pesos, el pueblo afrocolombiano muere de hambre, pero ante todo de desesperanza, esperando un futuro incierto y desolador.

Estas cifras son alarmantes, teniendo en cuenta que según el último censo Colombia tiene 41.242.948 habitantes y de este total 11.065.482 son afrocolombianos para un porcentaje del 26.83%.  Estos datos son anteriores a los resultados finales del Censo de 2005, ya que el Departamento de Planeación Nacional manifestó en el Censo de 2005 que los afrocolombianos apenas somos 4’500.000, lo cual no es cierto.

Es una obligación del Estado lograr el bienestar social de todos sus habitantes, pues en el Artículo 2 de la Constitución se indica claramente que son fines esenciales del Estado servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en ella y además, lograr la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. ¿SERÁ QUE CON TANTA INJUSTICIA SE PODRÁ CUMPLIR CON ESTE MANDATO  CONSTITUCIONAL? Creo que no.  Ahora bien si partimos de que la soberanía reside en el pueblo y además se reconoce que somos un país pluriétnico y multicultural; que se incluyó como derecho fundamental en la Constitución el que todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley, que recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismo derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión opinión política y filosófica;  que obliga al Estado a proveer las condiciones para que esa igualdad sea real y efectiva adoptando medidas a favor de grupos discriminados o marginados. Artículo este, tomado de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas  proclamada el  20 de noviembre de 1963  a través de la Resolución 1904.

Además, el Artículo 40 de la Constitución Colombiana que es un derecho fundamental, expresa que todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político y más adelante en el numeral 7 manifiesta  que todos los colombianos tienen derecho a acceder al desempeño de cargos públicos y que las autoridades garantizarán la ADECUADA Y EFECTIVA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LOS NIVELES DECISORIOS DE LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA.
Sin embargo, esa adecuada y efectiva participación no se ve por ninguna parte, por el contrario, la situación que afrontan los afrocolombianos y los indígenas los afecta en materia social económica y política, porque  continuamente son violados sus derechos humanos; los altos índice de violencia que viven en las zonas urbanas y rurales, los continuos desplazamientos que han afectado su forma de vida, terminan siendo blanco de grupos armados al margen de la ley, fundamentalmente en regiones como  el Urabá antioqueño, bajo Baudó, Condoto; Curadó, Acandí, Alto Naya y Bojayá, donde perdieron la vida 119 personas.  De igual manera en Buenaventura, Tumaco y en general en toda la costa del pacífico colombiano los afrocolombianos están sometidos a condiciones de indefensión, exclusión y de invisibilidad estatal y social.

Desde 1981 y mediante la Ley 22, el Estado colombiano aprobó la Convención Internacional sobre la eliminación de toda forma de discriminación racial, sin embargo, una encuesta que realizó la Revista Semana en edición 1166 del 3 de septiembre de 2004, sobre cargos desempeñados por personas afro en las esferas públicas de Colombia, muestra lo siguiente:


CARGOS DESEMPEÑADOS POR PERSONAS NEGRAS EN LAS ALTAS ESFERAS PUBLICAS DE COLOMBIA
Ministros negros      0
Embajadores negros de Colombia en el exterior         0
Generales negros (Policía)           0
Generales negros (Ejército)          0
Almirantes negros   0
Presentadores negros de noticieros (Bogotá)  0
Codirectores del Banco de la República Negros         0
Presidentes negros de grandes empresas        (1 holandés)
Superintendentes negros 0
Presidentes de bancos y corporaciones negros (orden nacional)   0
Presidentes grandes cadenas comerciales negros    0
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia negros 0
Presidentes de gremios negros   0

Tomado de la Revista “Semana”.  Edición Nº 1166 del 3 de septiembre de 2004.  Datos suministrados por periodistas de Semana que cubren las diferentes fuentes.

Hoy, tres (3) años después, apenas contamos y debemos reconocerlo, en buena hora, con un General de la Policía, el Brigadier General Luis Alberto Moore, sin olvidar a la Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata y al Viceministro de Labores Andrés Fernando Palacio Chaverra.

El viernes 05 de enero de 2007, en una encuesta realizada por “Datexco Company”, para el Opinómetro de “El Tiempo”, se formuló la siguiente pregunta:  ¿Usted cree que la sociedad colombiana discrimina a los negros? La respuesta fue la siguiente:

36.1% manifestó que no
5.5%              Ns/Nr
58.3% manifestó que si
El tamaño de la muestra fue aleatoria sobre setecientas (700) personas encuestadas en un universo geográfico de trece (13) ciudades.

Al volver sobre la Revista “Semana”, queda claro que la participación de las comunidades afro en los niveles decisorios del Estado es nula, por cuanto estas comunidades no encuentran en Colombia un acceso a las funciones y cargos públicos, notándose un marcado nivel de discriminación racial de carácter social e institucional, realidad que se puede confrontar con lo expuesto en la “Conferencia de Durban en contra del Racismo, la Discriminación Racial y la Xenofobia”, celebrada en Sudáfrica y organizada por el Alto Comisionado de los Derechos Humanos, en donde se invita a los Estados a establecer medidas que garanticen el acceso y la participación política de las minorías étnicas con el fin de superar las barreras existentes del racismo y la discriminación.

No obstante todo ello, se debe reconocer que este gobierno ha ido trazando políticas de visibilidad de las comunidades afrocolombianas y en ese sentido, celebramos que en su segundo mandato, el presidente Uribe haya nombrado una ministra afrocolombiana en la cartera de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata y un afrocolombiano en el Viceministerio de Trabajo, Andrés Fernando Palacio Chaverra dos connotados profesionales.  Pero esa no es una política de Estado que es la que puede servir para que en forma permanente cualquier gobierno se vea en la obligación de cumplir con un mandato constitucional y legal; no queremos algo coyuntural, nos asiste el derecho por lo que he venido exponiendo que permita que nuestra comunidad esté para siempre allí donde se toman las decisiones de poder, pues tenemos hombres y mujeres aptos para desempeñar esos roles.


El gobierno nacional por medio del Decreto 4181 del 27 de octubre de 2007 del Ministerio del Interior y de Justicia, crea la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Afrocolombiana, Palenquera y Raizal con la finalidad de que la misma coordine, oriente y haga recomendaciones dirigidas al avance de esta población en los campos económicos y social y en la protección efectiva de sus derechos, integrada por el Vicepresidente de la República, los ministros del Interior y Justicia, Relaciones Exteriores, Protección Social, Cultura, los directores del Departamento de Planeación Nacional y el de la Función Pública.  Igualmente el Alto Consejero para la Acción Social y la Cooperación Internacional, el Director del Programa Presidencial de Promoción, Respeto y Garantías de los Derechos Humanos y la Aplicación del Derecho Internacional Humanitario, el Director de Etnias y además con la asistencia permanente a las sesiones de la Comisión de los miembros de la bancada afrocolombiana en el congreso colombiano, un representante de la Comisión Consultiva de Alto Nivel, un representante de los gremios, un representante de la Asociación de los Municipios Afrocolombianos (AMUNAFRO) y un representante de la Academia con una duración de seis meses y cuya función es orientar y evaluar los estudios que se requiera para cumplir con los objetivos del Decreto y en ese sentido identificar las barreras críticas que impiden el avance económico y social de la comunidad afrocolombiana y valorar las experiencias internacionales para la población afrocolombiana. 

Por último, la Comisión tendrá una Secretaria Técnica, que se encarga como su nombre lo indica, de toda la mecánica y la parafernalia operativa.

Veo con buenos ojos la creación de esa Comisión si la misma desemboca en el reconocimiento de experiencias exitosas como las realizadas por ustedes, que luego del establecimiento como política pública de Estado, de los Derechos Civiles, han logrado un gran avance que hoy está haciendo posible el sueño de Martin Luther King de tener un hombre de nuestra etnia en la Casa Blanca, en la Capital del Mundo; ustedes están cobrando el cheque sin fondos y revisado el banco de las oportunidades se encontró que sí tenía fondos y que sí se puede, por ello, nuestro gran líder Obama, como su nombre en el idioma kenio dice el “elegido”, será el próximo presidente de esta gran nación.

Si esa comisión trabaja de verdad y no es una cosa de coyuntura y desde luego desemboca en un Proyecto de Ley donde se permita la adecuada y efectiva participación de la comunidad afrocolombiana en los niveles decisorios de la nación, eso está bien.

Si ese proyecto de ley del gobierno se presenta al congreso y se convierte en ley, entonces eso está bien, una ley que desarrolle el artículo 55 transitorio de la Constitución Política en armonía con los artículos 1, 2, 3, 7, 13, 25, 40, 53 y 93 permitirá el cumplimiento de las acciones afirmativas y la discriminación positiva, reconocida por la Declaración de Durban, Sudáfrica.

Si esa ley permite la participación en todos los niveles del gobierno nacional, departamental y municipal, el gobierno de Alvaro Uribe pasará a la historia como el que hizo posible una igualdad real y efectiva y este pueblo nuestro que tiene más de 150 años de historia de abandono, de dolor y soledad le estará eternamente agradecido, porque encontró en él, al hombre que puso en el banco de las oportunidades los recursos para que nos pagaran el cheque sin fondos que desde 1853 le entregó el gobierno a nuestros ancestros.

Quiero expresar que en el año de 2006, en el poco tiempo que me desempeñé como Senador de la República presenté un Proyecto de Ley, titulado De la Efectiva y Adecuada Participación de las Comunidades Afrocolombianas e Indígenas en los niveles decisorios de la Nación; el Proyecto recoge gran parte de lo que hará la actual comisión que acaba de nombrar el gobierno nacional; el proyecto pasó el primer debate en la Comisión Primera Constitucional Permanente pero en plenaria no pasó; estoy seguro que allí hay un material importante de trabajo para llegar al sueño que hemos visto aplazado por tantos años de dolor, lágrimas e invisibilidad de nuestra comunidad.

Tenemos sin duda alguna que agradecerles a ustedes señores de la BCB, sin ustedes sería imposible el repunte que hoy tenemos, siempre y para siempre les vamos a  estar agradecidos, la historia se encargará de ello, tengan la absoluta seguridad.

Por último, estamos seguros que todo este despertar no es gratuito, son los vientos de la visibilidad después de tantos años de invisibilidad, ustedes ya vencieron la desigualdad racial, desde Kunta Kinte, pasando por el caso del esclavo Dred Scout que vivió como libre en Minessota y Iowa en 1857, cuyo dictamen de la Corte fue que los afroamericanos aunque fuesen libres o esclavos no podrían ser ciudadanos y no eran aptos para relacionarse política o socialmente con la raza blanca; las luchas después de la guerra civil (1861 - 1865) que abolió la esclavitud, más sobre el papel que en la realidad, de la lucha de hombres como Jim Crow, Henry Adolph Plessy, Rosa Park, Malcom X, Martin Luther King, quien tuvo ese mítico sueño “arraigado en el sentir americano” y ahora, todos ustedes reunidos y luchando juntos para tener el presidente de la nación más poderosa del mundo, un hombre carismático y providencial que gana hasta premios grammy por leer su autobiografía (Dreams from muy father), de verdad de verdad: “Yes we can”.


martes, 24 de junio de 2014

UN MANDATO PARA LA PAZ


Por: Luis Hermes Ruiz
Cali, 23 de junio 2014.

El 15 de junio el Presidente Juan Manuel Santos, ganó las elecciones presidenciales porque la mayoría el pueblo colombiano, le dio paso a su propuesta de un mandato para la paz. Al contrario de su primer gobierno marcado por la derecha encabezada por el Presidente Uribe, en esta oportunidad, fueron no sólo los partidos que integran la unidad nacional (U; Liberal y CR) sino, los intelectuales, parte de la izquierda, un gran número de colombianos, que aun sin partido, pero que quieren la paz, resolvieron darle ese mandato. No quería y no quiere el pueblo continuar en una confrontación armada con la FARC y el ELN, con quienes se lleva más de 50 años de lucha fratricida, tiempo en el cual muchos colombianos hemos perdidos familiares y sufrido desplazamiento y desarraigo.
El Presidente Candidato ganó las elecciones con más de 900 mil votos de ventaja sobre su contendor del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga; fue una confrontación entre la paz y la guerra; ganó la paz, pero, éste compromiso por la paz, es un compromiso que obliga al nuevo gobierno a lograr esa anhelada paz para que los colombianos podamos, según la Constitución, alcanzar una sana convivencia.
La paz no es únicamente la firma de unos compromisos (Política de Desarrollo Agrario Integral, Participación Política, Fin de cultivos ilícitos y Narcotráfico, Victimas, Terminación del Conflicto, Implementación, Verificación y Refrendación),  tampoco, la paz es atender los requerimientos de justicia , verdad y reparación, como tampoco lo es, la cárcel o no cárcel  para los miembros de la FARC o el ELN; la paz es más que eso; es la búsqueda, de la igualdad social, el mejoramiento en materia de educación, salud, vivienda, infraestructura, ciencia y tecnología, recreación y deporte en los diferentes barrios de los pueblos, ciudades, campos y veredas, mejoramiento del agro, de las condiciones de vida de los campesinos , de mejorar las vías terciarias de velar por el medio ambiente y los recursos naturales, del trabajo en condiciones dignas y bien remunerado, de resolver el problema de los miles y miles de hombres y mujeres que harán la entrega de las armas; de lograr la participación en las entidades de gobierno, de todos los partidos, todas las etnias y de todas las regiones; en una palabra, que de verdad se dé la tan nombrada Unidad Nacional no tanto por los partidos sino por lo que etimológicamente, significa, en una palabra, debe desarrollar un gobierno de reconciliación nacional.
El Presidente Santos, ganó el mandato por la voluntad de aproximadamente 8 millones de colombianos, pero en el grupo de los que estaban con una tesis diferente, es decir, el Centro Democrático, votaron aproximadamente 7 millones de ciudadanos. Lo anterior indica que el país, está polarizado y prácticamente dividido entre quienes queremos la paz y compartimos los diálogos de la Habana y entre quienes quieren la guerra por que no creen en esos diálogos por las reiteradas actuaciones que en este campo han tenido los alzados en armas.
Por lo anterior, tanto el Presidente como la FARC y el ELN deben tener en cuenta esta situación política que está viviendo el País, para demostrarle a ese gran número de ciudadanos que conforman esa gran minoría, que están equivocados.
Una Colombia en paz, es prenda de garantía para la inversión nacional y extranjera, así lo demuestran los indicadores en cuanto al crecimiento del PIB que en el trimestre pasado (enero-marzo)   creció aproximadamente el 6.4 por ciento, siendo considerada como la segunda economía que más crece en el mundo, según lo expresa nuestro Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
El Presidente Santos tiene un gran reto integrador, para que los colombianos nos sintamos representados en un gobierno de corte de Unidad Nacional; de no ser así, la situación seria frustrante no solo para quienes le dimos nuestro voto, entregándole un nuevo mandato, sino para la operatividad de una unidad integradora nacional, perdiéndose una gran oportunidad de la tan deseada paz y muy por el contrario, darle la razón a los que desean la guerra llevándonos a otros 50 años de frustración y desolación. Tiene el Presidente que hilar despacio y realizar todas las combinaciones de poder que sean necesarias para dejar contenta a una Colombia tan diversa, tan dividida y deseosa de lograr la sana convivencia; pues, la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, por lo cual, los mandatarios están obligados a luchar por ella.
 Si el Presidente Santos, logra la paz, pasará a la historia como el hombre más grande de este siglo, porque, más grande que la paz en el mundo, no hay nada más que ella misma.


martes, 17 de junio de 2014

FELICITACIONES AL SEÑOR PRESIDENTE:UN TRIUNFO POR LA PAZ DE COLOMBIA.

Doctor JUAN MANUEL SANTOS
Presidente reelecto de los colombianos.

Con profunda satisfacción, celebro su triunfo. Los colombianos que creemos en la paz y que hemos impulsado esta tesis liderada por Ud. Señor Presidente, nos sentimos satisfechos del respaldo recibido en las urnas y que le da un nuevo mandato para alcanzar la PAZ .Estamos seguros que el logro de ésta, será la base para una Colombia más igualitaria y con mayores oportunidades para todos los colombianos. Desde mis espacios en radio, prensa, televisión y la cátedra universitaria, difundí y defendí los programas de su gobierno y hoy más que nunca seguiré haciéndolo en el entendido que Ud. Señor Presidente , cumplirá el compromiso que adquirió con el pueblo, especialmente el tener muy de presente a la Costa Pacífica colombiana, tan secularmente olvidada por tantos gobiernos.

Que el Todopoderoso lo siga iluminando para el logro de una Colombia que mejore su tejido social, que mejore en ciencia y tecnología, que mejore en educación, que permita el ingreso a la universidad gratuita para los niveles más pobres del pueblo, que entienda que la salud es un derecho fundamental, que en una palabra, cumpla con todas las reformas que sean necesarias para el logro de los interés más sentidos de nuestra nación , de tal suerte que cuando termine su gobierno en el 2018, las generaciones del próximo milenio, la recuerden como el Presidente que hizo posible una nueva Colombia.
Con mis más altos reconocimientos al Señor Presidente,

LUIS HERMES RUIZ

Ex Representante y Ex Senador.

martes, 3 de junio de 2014

SEGUNDA VUELTA PRESIDENCIAL-2014-2018


Por: Luis Hermes Ruiz
Cali, 4 de junio 2014

Tal como lo vaticinaban, las casas encuestadoras, se presentó un empate técnico entre los dos candidatos con mayor opción: El Presidente Candidato, Juan Manuel Santos con el 25.7% (3.300.020 votos) que representa a la Unidad Nacional (Partidos de la U, Liberal y Cambio Radical) y el candidato del partido Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga con el 29.3% (3.759.784 votos) cuyo mentor es el Expresidente – Senador Álvaro Uribe.
Según el artículo 190 de nuestra Constitución Nacional – El Presidente de la Republica será elegido para un periodo de 4 años, por la mitad más un voto de los ciudadanos que participen en la justa electoral pero si ninguno alcanza esa mayoría, se celebrará una nueva votación que tendrá lugar tres semanas después entre los dos que logren la más alta votación y se declarará Presidente el que obtenga el mayor número de votos.
Eso es lo que justamente está por definirse el 15 de junio, donde se enfrentaran Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga. Cada uno de estos candidatos esgrime tesis diferentes; Juan Manuel, se la juega por la paz, y para ello, se reafirma en la continuidad de los diálogos que se adelantan en la Habana y que se encuentran muy avanzados pues, de los 6 puntos del compromiso para la terminación del conflicto ya se han definidos tres   (Política de desarrollo agrario integral, Participación Política, Solución al problema de las drogas ilícitas
 y  falta por negociarse víctimas y verdad, fin del conflicto’, y por último la refrendación que estará en manos del pueblo,  como soberano,  para que se manifieste sobre los temas desarrollados entre el gobierno y la FARC )
. Es lo más lejos que se ha llegado de lo que se tenga noticia de lo realizado por Presidente alguno. Justamente, los gobiernos de diferentes países avalan el proceso adelantado por el presidente Santos y reconocen que el mismo ha logrado después de 50 años de lucha guerrillera con la FARC (mayo de 1964), un avance significativo. El Candidato Zuluaga por el contrario, se enmarca dentro del programa de los 8 años del Presidente Uribe: “La seguridad Democrática”; definitivamente, no comparte los diálogos de la Habana y muy por el contrario, de llegar a ser Presidente, ha expresado, que acabaría con ella, mediante la confrontación armada, lo cual, es muy triste porque quienes van a la guerra no son los hijos de los ricos sino lo de los campesinos y los hijos de los pobres en general.  Más recientemente, con la vinculación de la Candidata del partido Conservador Martha Lucia Ramírez, quien sacara la tercera votación (1.995.456 votos- 15.5%-) pero seguida muy de cerca  por  la Candidata el Polo- UP, Clara López, con una votación (1.957.463 votos – 15.2%-), expresó Zuluaga,  que  ya  no acabaría los diálogos sino que daría un plazo mayor para conversar pero coloca unas condiciones que seguramente las FARC no aceptaría, lo que supondría que de todas maneras, los diálogos se romperían.
Yo que soy un demócrata y que no quiero ver a mis nietos muriendo en esta guerra ni tampoco quiero enterrar a mis hijos sino que ellos lo hagan conmigo, me la jugaré por la Paz, porque después de más de 50 años de conflicto interno armado, hoy más que nunca, veo la paz más cerca.
No podemos olvidar que el artículo 22 de la CN, expresa que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, razón por la cual, los Presidentes en todo momento deben luchar para alcanzar la paz más que para hacer la guerra; de esta forma, el sumo interés de un Estado Social de Derecho como el nuestro, es la búsqueda de la sana convivencia entre todos los colombianos; por ello, mi voto el 15 de junio será por el Presidente Santos.