Washington D. C.,
febrero de 2008.
La Constitución
Política de 1991 fue promulgada con el
fin de establecer un Estado Social de Derecho Democrático y Participativo,
fundamentándose en la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamados por la ONU en 1948, en armonía
con otros convenios y tratados internacionales, en los cuales el Estado
colombiano reconoce constitucionalmente la diversidad étnica y cultural,
concibiendo a las personas como sujetos con características particulares, en la
que cada persona es un sujeto único y singular, dentro de una sociedad
colombiana que se fortalece en la diversidad.
Pero en Colombia,
todo lo que manda la Constitución se queda en letra muerta porque lo que se
ve, son grandes desigualdades
Socioeconómicas y Políticas siendo reconocida por esta razón como una de las
Naciones del mundo, donde estas desigualdades están bien marcadas; basta mirar
algunos datos estadísticos.
EN MATERIA DE
INGRESOS: El per cápita Nacional se sitúa en aproximadamente US $ 2100, en
cambio para los habitantes de la región Pacífica a duras penas alcanzan los US
$ 440, para Buenaventura.
El 74% de los afrocolombianos reciben un
ingreso inferior al mínimo legal.
La esperanza de vida para el promedio nacional
es de 71 años. Para el pueblo afrocolombiano es apenas de 64 años.
Índice de pobreza: El 76% vive en la pobreza
Necesidades básicas insatisfechas: 80%
Desempleo: Por encima del 80%
CALIDAD DEL SERVICIO EDUCATIVO: La calidad del
servicio educativo es del 40% en la región pacífica en relación con las demás
regiones del país que alcanza el 87%. De
esta manera de cada 100 jóvenes que logran terminar la secundaria solo dos (2)
logran ingresar a la universidad y de cada 100 que ingresan a las universidades
solo dos (2) se vuelven profesionales.
Analfabetismo: La media normal nacional es
7.3%; para los afrocolombianos es el 20%.
En materia rural, el
promedio nacional es el 23%; para los afrocolombianos es el 43%.
En sentido general, tan
solo un 19% de toda la región pacífica recibe los servicios de agua luz y
alcantarillado en relación con el promedio nacional que es del 62%.
ÍNDICE DE MORBILIDAD:
De cada mil niños que nacen vivos, la media nacional es que mueren 39; para los afrocolombianos este nivel se eleva
a 151 niños.
El 20 de Febrero de
2008, la televisión colombiana presentó un informe según el cual en Colombia
cada dos (2) días muere un niño por hambre.
El mismo Personero de nuestra capital, Bogotá, el indígena Francisco Rojas
Birry, manifestó en la televisión que su señora madre murió de hambre; él que
fue miembro de nuestra Asamblea Constituyente y dos veces senador de la
República. Mientras que los bancos
colombianos registraban para septiembre de 2007 ganancias por más de tres
billones de pesos, el pueblo afrocolombiano muere de hambre, pero ante todo de
desesperanza, esperando un futuro incierto y desolador.
Estas cifras son
alarmantes, teniendo en cuenta que según el último censo Colombia tiene
41.242.948 habitantes y de este total 11.065.482 son afrocolombianos para un
porcentaje del 26.83%. Estos datos son
anteriores a los resultados finales del Censo de 2005, ya que el Departamento
de Planeación Nacional manifestó en el Censo de 2005 que los afrocolombianos
apenas somos 4’500.000, lo cual no es cierto.
Es una obligación del
Estado lograr el bienestar social de todos sus habitantes, pues en el Artículo
2 de la Constitución se indica claramente que son fines esenciales del Estado
servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad
de los principios, derechos y deberes consagrados en ella y además, lograr la
convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. ¿SERÁ QUE CON TANTA
INJUSTICIA SE PODRÁ CUMPLIR CON ESTE MANDATO
CONSTITUCIONAL? Creo que no.
Ahora bien si partimos de que la soberanía reside en el pueblo y además
se reconoce que somos un país pluriétnico y multicultural; que se incluyó como
derecho fundamental en la Constitución el que todas las personas nacen libres e
iguales ante la Ley, que recibirán la misma protección y trato de las
autoridades y gozarán de los mismo derechos, libertades y oportunidades sin
ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar,
lengua, religión opinión política y filosófica;
que obliga al Estado a proveer las condiciones para que esa igualdad sea
real y efectiva adoptando medidas a favor de grupos discriminados o marginados.
Artículo este, tomado de la Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas proclamada el 20 de noviembre de 1963 a través de la Resolución 1904.
Además, el Artículo
40 de la Constitución Colombiana que es un derecho fundamental, expresa que
todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y
control del poder político y más adelante en el numeral 7 manifiesta que todos los colombianos tienen derecho a
acceder al desempeño de cargos públicos y que las autoridades garantizarán la
ADECUADA Y EFECTIVA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LOS NIVELES DECISORIOS DE LA
ADMINISTRACIÓN PUBLICA.
Sin embargo, esa adecuada
y efectiva participación no se ve por ninguna parte, por el contrario, la
situación que afrontan los afrocolombianos y los indígenas los afecta en
materia social económica y política, porque
continuamente son violados sus derechos humanos; los altos índice de
violencia que viven en las zonas urbanas y rurales, los continuos
desplazamientos que han afectado su forma de vida, terminan siendo blanco de
grupos armados al margen de la ley, fundamentalmente en regiones como el Urabá antioqueño, bajo Baudó, Condoto;
Curadó, Acandí, Alto Naya y Bojayá, donde perdieron la vida 119 personas. De igual manera en Buenaventura, Tumaco y en
general en toda la costa del pacífico colombiano los afrocolombianos están
sometidos a condiciones de indefensión, exclusión y de invisibilidad estatal y
social.
Desde 1981 y mediante
la Ley 22, el Estado colombiano aprobó la Convención Internacional sobre la
eliminación de toda forma de discriminación racial, sin embargo, una encuesta
que realizó la Revista Semana en edición 1166 del 3 de septiembre de 2004,
sobre cargos desempeñados por personas afro en las esferas públicas de
Colombia, muestra lo siguiente:
CARGOS DESEMPEÑADOS
POR PERSONAS NEGRAS EN LAS ALTAS ESFERAS PUBLICAS DE COLOMBIA
Ministros negros 0
Embajadores negros de
Colombia en el exterior 0
Generales negros
(Policía) 0
Generales negros
(Ejército) 0
Almirantes negros 0
Presentadores negros
de noticieros (Bogotá) 0
Codirectores del
Banco de la República Negros 0
Presidentes negros de
grandes empresas (1 holandés)
Superintendentes
negros 0
Presidentes de bancos
y corporaciones negros (orden nacional) 0
Presidentes grandes
cadenas comerciales negros 0
Magistrados de la
Corte Suprema de Justicia negros 0
Presidentes de
gremios negros 0
Tomado de la Revista
“Semana”. Edición Nº 1166 del 3 de
septiembre de 2004. Datos suministrados
por periodistas de Semana que cubren las diferentes fuentes.
Hoy, tres (3) años
después, apenas contamos y debemos reconocerlo, en buena hora, con un General
de la Policía, el Brigadier General Luis Alberto Moore, sin olvidar a la
Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata y al Viceministro de Labores
Andrés Fernando Palacio Chaverra.
El viernes 05 de
enero de 2007, en una encuesta realizada por “Datexco Company”, para el
Opinómetro de “El Tiempo”, se formuló la siguiente pregunta: ¿Usted cree que la sociedad colombiana
discrimina a los negros? La respuesta fue la siguiente:
36.1% manifestó que no
5.5% Ns/Nr
58.3% manifestó que si
El tamaño de la
muestra fue aleatoria sobre setecientas (700) personas encuestadas en un
universo geográfico de trece (13) ciudades.
Al volver sobre la
Revista “Semana”, queda claro que la participación de las comunidades afro en
los niveles decisorios del Estado es nula, por cuanto estas comunidades no
encuentran en Colombia un acceso a las funciones y cargos públicos, notándose
un marcado nivel de discriminación racial de carácter social e institucional,
realidad que se puede confrontar con lo expuesto en la “Conferencia de Durban
en contra del Racismo, la Discriminación Racial y la Xenofobia”, celebrada en
Sudáfrica y organizada por el Alto Comisionado de los Derechos Humanos, en
donde se invita a los Estados a establecer medidas que garanticen el acceso y
la participación política de las minorías étnicas con el fin de superar las
barreras existentes del racismo y la discriminación.
No obstante todo
ello, se debe reconocer que este gobierno ha ido trazando políticas de
visibilidad de las comunidades afrocolombianas y en ese sentido, celebramos que
en su segundo mandato, el presidente Uribe haya nombrado una ministra
afrocolombiana en la cartera de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata y un
afrocolombiano en el Viceministerio de Trabajo, Andrés Fernando Palacio
Chaverra dos connotados profesionales. Pero esa no es una política de Estado que es
la que puede servir para que en forma permanente cualquier gobierno se vea en
la obligación de cumplir con un mandato constitucional y legal; no queremos
algo coyuntural, nos asiste el derecho por lo que he venido exponiendo que
permita que nuestra comunidad esté para siempre allí donde se toman las
decisiones de poder, pues tenemos hombres y mujeres aptos para desempeñar esos
roles.
El gobierno nacional
por medio del Decreto 4181 del 27 de octubre de 2007 del Ministerio del
Interior y de Justicia, crea la Comisión Intersectorial para el Avance de la
Población Afrocolombiana, Palenquera y Raizal con la finalidad de que la misma
coordine, oriente y haga recomendaciones dirigidas al avance de esta población
en los campos económicos y social y en la protección efectiva de sus derechos,
integrada por el Vicepresidente de la República, los ministros del Interior y
Justicia, Relaciones Exteriores, Protección Social, Cultura, los directores del
Departamento de Planeación Nacional y el de la Función Pública. Igualmente el Alto Consejero para la Acción
Social y la Cooperación Internacional, el Director del Programa Presidencial de
Promoción, Respeto y Garantías de los Derechos Humanos y la Aplicación del
Derecho Internacional Humanitario, el Director de Etnias y además con la
asistencia permanente a las sesiones de la Comisión de los miembros de la
bancada afrocolombiana en el congreso colombiano, un representante de la
Comisión Consultiva de Alto Nivel, un representante de los gremios, un
representante de la Asociación de los Municipios Afrocolombianos (AMUNAFRO) y
un representante de la Academia con una duración de seis meses y cuya función
es orientar y evaluar los estudios que se requiera para cumplir con los objetivos
del Decreto y en ese sentido identificar las barreras críticas que impiden el
avance económico y social de la comunidad afrocolombiana y valorar las
experiencias internacionales para la población afrocolombiana.
Por último, la
Comisión tendrá una Secretaria Técnica, que se encarga como su nombre lo
indica, de toda la mecánica y la parafernalia operativa.
Veo con buenos ojos
la creación de esa Comisión si la misma desemboca en el reconocimiento de
experiencias exitosas como las realizadas por ustedes, que luego del
establecimiento como política pública de Estado, de los Derechos Civiles, han
logrado un gran avance que hoy está haciendo posible el sueño de Martin Luther
King de tener un hombre de nuestra etnia en la Casa Blanca, en la Capital del
Mundo; ustedes están cobrando el cheque sin fondos y revisado el banco de las
oportunidades se encontró que sí tenía fondos y que sí se puede, por ello,
nuestro gran líder Obama, como su nombre en el idioma kenio dice el “elegido”,
será el próximo presidente de esta gran nación.
Si esa comisión
trabaja de verdad y no es una cosa de coyuntura y desde luego desemboca en un
Proyecto de Ley donde se permita la adecuada y efectiva participación de la
comunidad afrocolombiana en los niveles decisorios de la nación, eso está bien.
Si ese proyecto de
ley del gobierno se presenta al congreso y se convierte en ley, entonces eso
está bien, una ley que desarrolle el artículo 55 transitorio de la Constitución
Política en armonía con los artículos 1, 2, 3, 7, 13, 25, 40, 53 y 93 permitirá
el cumplimiento de las acciones afirmativas y la discriminación positiva,
reconocida por la Declaración de Durban, Sudáfrica.
Si esa ley permite la
participación en todos los niveles del gobierno nacional, departamental y
municipal, el gobierno de Alvaro Uribe pasará a la historia como el que hizo
posible una igualdad real y efectiva y este pueblo nuestro que tiene más de 150
años de historia de abandono, de dolor y soledad le estará eternamente
agradecido, porque encontró en él, al hombre que puso en el banco de las
oportunidades los recursos para que nos pagaran el cheque sin fondos que desde
1853 le entregó el gobierno a nuestros ancestros.
Quiero expresar que
en el año de 2006, en el poco tiempo que me desempeñé como Senador de la
República presenté un Proyecto de Ley, titulado De la Efectiva y Adecuada
Participación de las Comunidades Afrocolombianas e Indígenas en los niveles
decisorios de la Nación; el Proyecto recoge gran parte de lo que hará la actual
comisión que acaba de nombrar el gobierno nacional; el proyecto pasó el primer
debate en la Comisión Primera Constitucional Permanente pero en plenaria no
pasó; estoy seguro que allí hay un material importante de trabajo para llegar
al sueño que hemos visto aplazado por tantos años de dolor, lágrimas e
invisibilidad de nuestra comunidad.
Tenemos sin duda
alguna que agradecerles a ustedes señores de la BCB, sin ustedes sería
imposible el repunte que hoy tenemos, siempre y para siempre les vamos a estar agradecidos, la historia se encargará
de ello, tengan la absoluta seguridad.
Por último, estamos
seguros que todo este despertar no es gratuito, son los vientos de la
visibilidad después de tantos años de invisibilidad, ustedes ya vencieron la
desigualdad racial, desde Kunta Kinte, pasando por el caso del esclavo Dred
Scout que vivió como libre en Minessota y Iowa en 1857, cuyo dictamen de la
Corte fue que los afroamericanos aunque fuesen libres o esclavos no podrían ser
ciudadanos y no eran aptos para relacionarse política o socialmente con la raza
blanca; las luchas después de la guerra civil (1861 - 1865) que abolió la
esclavitud, más sobre el papel que en la realidad, de la lucha de hombres como
Jim Crow, Henry Adolph Plessy, Rosa Park, Malcom X, Martin Luther King, quien
tuvo ese mítico sueño “arraigado en el sentir americano” y ahora, todos ustedes
reunidos y luchando juntos para tener el presidente de la nación más poderosa
del mundo, un hombre carismático y providencial que gana hasta premios grammy
por leer su autobiografía (Dreams from muy father), de verdad de verdad: “Yes
we can”.
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