miércoles, 25 de junio de 2014

DISCURSO PRONUNCIADO EN WASHINGTON D.C.


Washington D. C., febrero de 2008.

La Constitución Política  de 1991 fue promulgada con el fin de establecer un Estado Social de Derecho Democrático y Participativo, fundamentándose en la Declaración Universal de los Derechos Humanos  proclamados por la ONU en 1948, en armonía con otros convenios y tratados internacionales, en los cuales el Estado colombiano reconoce constitucionalmente la diversidad étnica y cultural, concibiendo a las personas como sujetos con características particulares, en la que cada persona es un sujeto único y singular, dentro de una sociedad colombiana que se fortalece en la diversidad.
Pero en Colombia, todo lo que manda la Constitución se queda en letra muerta porque lo que se ve,  son grandes desigualdades Socioeconómicas y Políticas siendo reconocida por esta razón como una de las Naciones del mundo, donde estas desigualdades están bien marcadas; basta mirar algunos datos estadísticos.

EN MATERIA DE INGRESOS: El per cápita Nacional se sitúa en aproximadamente US $ 2100, en cambio para los habitantes de la región Pacífica a duras penas alcanzan los US $ 440,  para Buenaventura.

 El 74% de los afrocolombianos reciben un ingreso inferior al mínimo legal.
 La esperanza de vida para el promedio nacional es de 71 años. Para el pueblo afrocolombiano es apenas de 64 años.
 Índice de pobreza:  El 76% vive en la  pobreza
 Necesidades básicas insatisfechas: 80%
 Desempleo: Por encima del 80%

 CALIDAD DEL SERVICIO EDUCATIVO: La calidad del servicio educativo es del 40% en la región pacífica en relación con las demás regiones del país que alcanza el 87%.  De esta manera de cada 100 jóvenes que logran terminar la secundaria solo dos (2) logran ingresar a la universidad y de cada 100 que ingresan a las universidades solo dos (2) se vuelven profesionales.

 Analfabetismo: La media normal nacional es 7.3%; para los afrocolombianos es el 20%.

En materia rural, el promedio nacional es el 23%; para los afrocolombianos es el 43%.

En sentido general, tan solo un 19% de toda la región pacífica recibe los servicios de agua luz y alcantarillado en relación con el promedio nacional que es del 62%.
ÍNDICE DE MORBILIDAD: De cada mil niños que nacen vivos, la media nacional es que mueren 39;  para los afrocolombianos este nivel se eleva a 151 niños.

El 20 de Febrero de 2008, la televisión colombiana presentó un informe según el cual en Colombia cada dos (2) días muere un niño por hambre.  El mismo Personero de nuestra capital, Bogotá, el indígena Francisco Rojas Birry, manifestó en la televisión que su señora madre murió de hambre; él que fue miembro de nuestra Asamblea Constituyente y dos veces senador de la República.  Mientras que los bancos colombianos registraban para septiembre de 2007 ganancias por más de tres billones de pesos, el pueblo afrocolombiano muere de hambre, pero ante todo de desesperanza, esperando un futuro incierto y desolador.

Estas cifras son alarmantes, teniendo en cuenta que según el último censo Colombia tiene 41.242.948 habitantes y de este total 11.065.482 son afrocolombianos para un porcentaje del 26.83%.  Estos datos son anteriores a los resultados finales del Censo de 2005, ya que el Departamento de Planeación Nacional manifestó en el Censo de 2005 que los afrocolombianos apenas somos 4’500.000, lo cual no es cierto.

Es una obligación del Estado lograr el bienestar social de todos sus habitantes, pues en el Artículo 2 de la Constitución se indica claramente que son fines esenciales del Estado servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en ella y además, lograr la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. ¿SERÁ QUE CON TANTA INJUSTICIA SE PODRÁ CUMPLIR CON ESTE MANDATO  CONSTITUCIONAL? Creo que no.  Ahora bien si partimos de que la soberanía reside en el pueblo y además se reconoce que somos un país pluriétnico y multicultural; que se incluyó como derecho fundamental en la Constitución el que todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley, que recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismo derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión opinión política y filosófica;  que obliga al Estado a proveer las condiciones para que esa igualdad sea real y efectiva adoptando medidas a favor de grupos discriminados o marginados. Artículo este, tomado de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas  proclamada el  20 de noviembre de 1963  a través de la Resolución 1904.

Además, el Artículo 40 de la Constitución Colombiana que es un derecho fundamental, expresa que todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político y más adelante en el numeral 7 manifiesta  que todos los colombianos tienen derecho a acceder al desempeño de cargos públicos y que las autoridades garantizarán la ADECUADA Y EFECTIVA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LOS NIVELES DECISORIOS DE LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA.
Sin embargo, esa adecuada y efectiva participación no se ve por ninguna parte, por el contrario, la situación que afrontan los afrocolombianos y los indígenas los afecta en materia social económica y política, porque  continuamente son violados sus derechos humanos; los altos índice de violencia que viven en las zonas urbanas y rurales, los continuos desplazamientos que han afectado su forma de vida, terminan siendo blanco de grupos armados al margen de la ley, fundamentalmente en regiones como  el Urabá antioqueño, bajo Baudó, Condoto; Curadó, Acandí, Alto Naya y Bojayá, donde perdieron la vida 119 personas.  De igual manera en Buenaventura, Tumaco y en general en toda la costa del pacífico colombiano los afrocolombianos están sometidos a condiciones de indefensión, exclusión y de invisibilidad estatal y social.

Desde 1981 y mediante la Ley 22, el Estado colombiano aprobó la Convención Internacional sobre la eliminación de toda forma de discriminación racial, sin embargo, una encuesta que realizó la Revista Semana en edición 1166 del 3 de septiembre de 2004, sobre cargos desempeñados por personas afro en las esferas públicas de Colombia, muestra lo siguiente:


CARGOS DESEMPEÑADOS POR PERSONAS NEGRAS EN LAS ALTAS ESFERAS PUBLICAS DE COLOMBIA
Ministros negros      0
Embajadores negros de Colombia en el exterior         0
Generales negros (Policía)           0
Generales negros (Ejército)          0
Almirantes negros   0
Presentadores negros de noticieros (Bogotá)  0
Codirectores del Banco de la República Negros         0
Presidentes negros de grandes empresas        (1 holandés)
Superintendentes negros 0
Presidentes de bancos y corporaciones negros (orden nacional)   0
Presidentes grandes cadenas comerciales negros    0
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia negros 0
Presidentes de gremios negros   0

Tomado de la Revista “Semana”.  Edición Nº 1166 del 3 de septiembre de 2004.  Datos suministrados por periodistas de Semana que cubren las diferentes fuentes.

Hoy, tres (3) años después, apenas contamos y debemos reconocerlo, en buena hora, con un General de la Policía, el Brigadier General Luis Alberto Moore, sin olvidar a la Ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata y al Viceministro de Labores Andrés Fernando Palacio Chaverra.

El viernes 05 de enero de 2007, en una encuesta realizada por “Datexco Company”, para el Opinómetro de “El Tiempo”, se formuló la siguiente pregunta:  ¿Usted cree que la sociedad colombiana discrimina a los negros? La respuesta fue la siguiente:

36.1% manifestó que no
5.5%              Ns/Nr
58.3% manifestó que si
El tamaño de la muestra fue aleatoria sobre setecientas (700) personas encuestadas en un universo geográfico de trece (13) ciudades.

Al volver sobre la Revista “Semana”, queda claro que la participación de las comunidades afro en los niveles decisorios del Estado es nula, por cuanto estas comunidades no encuentran en Colombia un acceso a las funciones y cargos públicos, notándose un marcado nivel de discriminación racial de carácter social e institucional, realidad que se puede confrontar con lo expuesto en la “Conferencia de Durban en contra del Racismo, la Discriminación Racial y la Xenofobia”, celebrada en Sudáfrica y organizada por el Alto Comisionado de los Derechos Humanos, en donde se invita a los Estados a establecer medidas que garanticen el acceso y la participación política de las minorías étnicas con el fin de superar las barreras existentes del racismo y la discriminación.

No obstante todo ello, se debe reconocer que este gobierno ha ido trazando políticas de visibilidad de las comunidades afrocolombianas y en ese sentido, celebramos que en su segundo mandato, el presidente Uribe haya nombrado una ministra afrocolombiana en la cartera de Cultura, Paula Marcela Moreno Zapata y un afrocolombiano en el Viceministerio de Trabajo, Andrés Fernando Palacio Chaverra dos connotados profesionales.  Pero esa no es una política de Estado que es la que puede servir para que en forma permanente cualquier gobierno se vea en la obligación de cumplir con un mandato constitucional y legal; no queremos algo coyuntural, nos asiste el derecho por lo que he venido exponiendo que permita que nuestra comunidad esté para siempre allí donde se toman las decisiones de poder, pues tenemos hombres y mujeres aptos para desempeñar esos roles.


El gobierno nacional por medio del Decreto 4181 del 27 de octubre de 2007 del Ministerio del Interior y de Justicia, crea la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Afrocolombiana, Palenquera y Raizal con la finalidad de que la misma coordine, oriente y haga recomendaciones dirigidas al avance de esta población en los campos económicos y social y en la protección efectiva de sus derechos, integrada por el Vicepresidente de la República, los ministros del Interior y Justicia, Relaciones Exteriores, Protección Social, Cultura, los directores del Departamento de Planeación Nacional y el de la Función Pública.  Igualmente el Alto Consejero para la Acción Social y la Cooperación Internacional, el Director del Programa Presidencial de Promoción, Respeto y Garantías de los Derechos Humanos y la Aplicación del Derecho Internacional Humanitario, el Director de Etnias y además con la asistencia permanente a las sesiones de la Comisión de los miembros de la bancada afrocolombiana en el congreso colombiano, un representante de la Comisión Consultiva de Alto Nivel, un representante de los gremios, un representante de la Asociación de los Municipios Afrocolombianos (AMUNAFRO) y un representante de la Academia con una duración de seis meses y cuya función es orientar y evaluar los estudios que se requiera para cumplir con los objetivos del Decreto y en ese sentido identificar las barreras críticas que impiden el avance económico y social de la comunidad afrocolombiana y valorar las experiencias internacionales para la población afrocolombiana. 

Por último, la Comisión tendrá una Secretaria Técnica, que se encarga como su nombre lo indica, de toda la mecánica y la parafernalia operativa.

Veo con buenos ojos la creación de esa Comisión si la misma desemboca en el reconocimiento de experiencias exitosas como las realizadas por ustedes, que luego del establecimiento como política pública de Estado, de los Derechos Civiles, han logrado un gran avance que hoy está haciendo posible el sueño de Martin Luther King de tener un hombre de nuestra etnia en la Casa Blanca, en la Capital del Mundo; ustedes están cobrando el cheque sin fondos y revisado el banco de las oportunidades se encontró que sí tenía fondos y que sí se puede, por ello, nuestro gran líder Obama, como su nombre en el idioma kenio dice el “elegido”, será el próximo presidente de esta gran nación.

Si esa comisión trabaja de verdad y no es una cosa de coyuntura y desde luego desemboca en un Proyecto de Ley donde se permita la adecuada y efectiva participación de la comunidad afrocolombiana en los niveles decisorios de la nación, eso está bien.

Si ese proyecto de ley del gobierno se presenta al congreso y se convierte en ley, entonces eso está bien, una ley que desarrolle el artículo 55 transitorio de la Constitución Política en armonía con los artículos 1, 2, 3, 7, 13, 25, 40, 53 y 93 permitirá el cumplimiento de las acciones afirmativas y la discriminación positiva, reconocida por la Declaración de Durban, Sudáfrica.

Si esa ley permite la participación en todos los niveles del gobierno nacional, departamental y municipal, el gobierno de Alvaro Uribe pasará a la historia como el que hizo posible una igualdad real y efectiva y este pueblo nuestro que tiene más de 150 años de historia de abandono, de dolor y soledad le estará eternamente agradecido, porque encontró en él, al hombre que puso en el banco de las oportunidades los recursos para que nos pagaran el cheque sin fondos que desde 1853 le entregó el gobierno a nuestros ancestros.

Quiero expresar que en el año de 2006, en el poco tiempo que me desempeñé como Senador de la República presenté un Proyecto de Ley, titulado De la Efectiva y Adecuada Participación de las Comunidades Afrocolombianas e Indígenas en los niveles decisorios de la Nación; el Proyecto recoge gran parte de lo que hará la actual comisión que acaba de nombrar el gobierno nacional; el proyecto pasó el primer debate en la Comisión Primera Constitucional Permanente pero en plenaria no pasó; estoy seguro que allí hay un material importante de trabajo para llegar al sueño que hemos visto aplazado por tantos años de dolor, lágrimas e invisibilidad de nuestra comunidad.

Tenemos sin duda alguna que agradecerles a ustedes señores de la BCB, sin ustedes sería imposible el repunte que hoy tenemos, siempre y para siempre les vamos a  estar agradecidos, la historia se encargará de ello, tengan la absoluta seguridad.

Por último, estamos seguros que todo este despertar no es gratuito, son los vientos de la visibilidad después de tantos años de invisibilidad, ustedes ya vencieron la desigualdad racial, desde Kunta Kinte, pasando por el caso del esclavo Dred Scout que vivió como libre en Minessota y Iowa en 1857, cuyo dictamen de la Corte fue que los afroamericanos aunque fuesen libres o esclavos no podrían ser ciudadanos y no eran aptos para relacionarse política o socialmente con la raza blanca; las luchas después de la guerra civil (1861 - 1865) que abolió la esclavitud, más sobre el papel que en la realidad, de la lucha de hombres como Jim Crow, Henry Adolph Plessy, Rosa Park, Malcom X, Martin Luther King, quien tuvo ese mítico sueño “arraigado en el sentir americano” y ahora, todos ustedes reunidos y luchando juntos para tener el presidente de la nación más poderosa del mundo, un hombre carismático y providencial que gana hasta premios grammy por leer su autobiografía (Dreams from muy father), de verdad de verdad: “Yes we can”.


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