domingo, 1 de agosto de 2010

Ingrid está Loquita

Por Luis Hermes Ruiz – julio 12/2010


No encuentro otro título para este articulo, si, Ingrid está loca, loca y ésta será como otra enfermedad como la de Patricia Herst la norte americana secuestrada que se volvió amiga de sus captores, asalto bancos y se casó, con uno de sus secuestradores; no tenía necesidad de robar pues su familia era muy adinerada; Ingrid no necesitaba demandar al Estado por dinero: $15.431 millones pues es millonaria; la sola venta del libro sobre su secuestro le deja ganancias por casi siete millones de dólares, entonces: ¡ qué significado tiene demandar al Estado o mejor al pueblo colombiano que es quien tiene que pagar la demanda con los impuestos que le tributamos desde el más pobre cuando compra por decir una camisa o el obrero que gana salario mínimo!. Debiera ser al revés , Ingrid la loquita, debe pagarnos a los colombianos por todo lo que sufrimos por su imprudencia, ese 23 de febrero de 2002, en que las autoridades le advirtieron que no fuera a San Vicente porque ya el presidente Pastrana le había declarado la guerra a la FARC y despejaba al Caguán, pero no, ella que era candidata con baja posibilidad de derrotar a Uribe o a Serpa, quería protagonismo (recuerden durante su campaña repartió condones y viagra y, en sus debates en el Congreso contra el Proceso 8000, contra la compra de los fusiles galil por el ejército, se sometió a huelga de hambre), fue por ese desmedido afán que aunque le advirtieron, quiso ir al San Vicente del Caugán y le salió el tiro por la culata ya que la FARC se la llevó y la mantuvo secuestrada durante 3.320 días en un inhumano cautiverio que los colombianos rechazamos aún hoy, a pesar de las torpezas de la loquita y perdonándole todo lo que de ella se dijo sobre sus actuaciones en cautiverio.

En el caso de Ingrid, lo que se presenta es la llamada responsabilidad individual, muy diferente es el caso del secuestro de nuestros Diputados quienes fueron arrebatados por la FARC de su lugar de trabajo y no de cualquier lugar sino del Recinto de la Asamblea, en pleno centro de la ciudad y a unos pocos pasos del Despacho de la Primera autoridad Departamental, eso, es muy pero muy diferente.

La loquita Ingrid por su responsabilidad individual o mejor por su irresponsabilidad, debe pagarnos a los colombianos por su locura o torpeza, como en el caso de la alemana Reinhilt Weigel, secuestrada por el ELN en Ciudad Perdida por haberse metido en una aventura en la selva colombiana, y, el tribunal alemán la obligó a pagar los 12.540 euros que costó el helicóptero que se usó para recogerla después de 74 días de cautiverio.

¡Pobre Ingrid, perdió la oportunidad de ser nombrada Embajadora en Francia que seguramente le daría su amigo y mentor y quien además la rescató con la Operación Jaque, el viernes 2 de julio, hace dos años, el hoy electo presidente Juan Manuel Santos.

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